El sospechoso del atropello es un extranjero residente en Cuba. La fallecida es una mujer de 35 años.
Una persona ha muerto y otras ocho han resultado heridas en una serie de atropellos en La Habana por los que la Policía ha detenido al conductor de un vehículo, un extranjero residente, informó este lunes (25.08.2025) el Ministerio del Interior.
Los hechos, según el comunicado oficial, tuvieron lugar sobre las 2:30 hora local (6:30 GMT), cuando el presunto autor, al mando de un vehículo, atropelló a las víctimas “en diferentes lugares” en un trayecto de apenas unos kilómetros entre Centro Habana y La Habana vieja.
La fallecida es una mujer de 35 años y los ocho heridos fueron trasladados a centros médicos donde están siendo atendidos. El presunto autor fue detenido y “se encuentra bajo proceso investigativo”.
El Ministerio del Interior afirmó que “se trabaja para esclarecer las circunstancias de este lamentable hecho” y agregó que se ampliará esta información preliminar con más detalles. Tan sólo informaron de que se arrestó a “un ciudadano extranjero residente en el país”.
Los medios oficiales se han limitado a reproducir, en la mayoría de los casos literalmente, la nota del Ministerio del Interior.
Los accidentes de tránsito son frecuentes en Cuba y en las calles de su capital por el precario estado de parte del parque automovilístico y de las carreteras del país, pero los atropellos múltiples son muy inusuales.
ct (efe, diario de cuba)
Cuba libera a salvadoreño autor de atentados en La Habana
24 de agosto de 2025
La Habana anunció que Otto René Rodríguez Llerena cumplió su pena de 30 años en prisión por los ataques con bombas de 1997.

El gobierno de Cuba liberó este viernes (15.08.2025) al salvadoreño Otto René Rodríguez Llerena tras señalar que cumplió su pena de 30 años de prisión por una serie de atentados con bombas en hoteles de La Habana en 1997.
Rodríguez Llerena había sido sentenciado a muerte en 1999 en Cuba por el delito de “terrorismo”, pero la pena capital le fue conmutada por 30 años de prisión en 2010 por el gobierno de Raúl Castro, quien sucedió a su hermano Fidel en 2008.
Este viernes, la cancillería cubana emitió un comunicado en el que informó que el salvadoreño “ha cumplido su condena y, en consonancia con las leyes del país, ha sido liberado”.
El también salvadoreño Raúl Ernesto Cruz León, cuya pena capital por este caso también le fue conmutada en 2010, fue liberado en diciembre pasado.
El gobierno cubano responsabilizó de estos atentados a grupos financiados por la Fundación Nacional Cubano-Americana (FNCA), una organización anticastrista con sede en Miami, y al cubano Luis Posada Carriles.
Según el expediente judicial, Rodríguez Llerena colocó el 3 de agosto de 1997 un artefacto explosivo en la recepción del hotel habanero Meliá Cohiba, y la programó para que explotara la mañana del día siguiente.
La detonación no provocó víctimas, pero ocasionó daños en el hotel. Rodríguez recibió 1.000 dólares de manos de Posada Carriles, acusado por La Habana de ser el autor intelectual de la explosión en pleno vuelo de un avión de Cubana de Aviación en 1976.
Rodríguez Llerena fue detenido en el aeropuerto de La Habana en junio de 1998 cuando en un segundo viaje intentó introducir explosivos por un supuesto encargo de Posada Carriles.
La cancillería cubana reclamó el viernes a Estados Unidos su negativa a entregar a personas señaladas por La Habana de haber cometido actos de “terrorismo” en la isla y que “han vivido libres y sin castigo en Miami durante décadas”.
“Incluso, algunos han fallecido sin ser juzgados” por estos delitos en Cuba, apuntó, y mencionó a Posada Carriles, quien murió en Estados Unidos a los 90 años.
jc (afp, Granma)
Análisis:
El dólar toca los cielos en Cuba y llega a los 400 pesos

13 de agosto de 2025

Hasta hace poco, cuando los cubanos evocaban la crisis económica de los años 90, uno de los recuerdos más comentados de aquel colapso, tras el fin del subsidio soviético, era el ascenso del valor del dólar hasta los 150 pesos. Esas historias se han quedado pequeñas esta semana, cuando la moneda estadounidense alcanzó los 400 pesos, una devaluación del dinero nacional que marca el ritmo de la vida cotidiana, agujerea los bolsillos de los jubilados y mantiene en jaque a las oficinas bancarias.
Este lunes (11.8.2025), el también llamado popularmente “fula” alcanzó un valor que evidencia la pérdida galopante del poder adquisitivo de los billetes nacionales frente a una divisa que establece el compás para casi todo lo que se compra y se vende en Cuba.
Con la aparición de tiendas privadas, gestionadas por micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes) la presencia de productos importados se ha extendido en la red comercial. A esas mercancías se le establece inicialmente un precio en dólares y luego se calcula su equivalente en la moneda nacional. Una subida de los verdes trae aparejada, sí o sí, un aumento en el número que los clientes leen en las pizarras de los mercados y en las cartas de las cafeterías.
La dolarización, que emprendió el propio Gobierno cubano parcialmente a inicios de este año, también ha dado alas a la moneda estadounidense. En esas tiendas estatales se ofertan cárnicos, lácteos y granos que ya no se asoman, hace muchos años, en el mercado racionado y subvencionado. Si se quiere comprar huevos, leche o un pedazo de lomo de cerdo habrá que pagar con esos billetes que llevan el rostro de Washington y Lincoln o, sumergirse en el entramado particular y aceptar el cambio informal entre el fula y esos papeles con apenas valor que llevan la estampa de José Martí y de Camilo Cienfuegos.
Incertidumbre financiera
Lo que ha ocurrido esta semana va más allá de un vaivén monetario. La barrera de los 400 pesos era un límite con una fuerte carga simbólica para los cubanos. Superar esa línea roja no solo se expresa en las carteras sino que alimenta aún más la desesperanza. La gente siente que el dólar no tiene límite en su vuelo y que la moneda nacional no cuenta con frenos que detengan su caída. La baja productividad, la dependencia creciente de las importaciones y la falta de confianza en las entidades bancarias han cavado la tumba de esos papeles de colores con los que pagan los salarios y las pensiones en la Isla.
La ruptura de la confianza en el dinero de un país también se expresa en la fuga de capitales, cuando muchos emprendedores se llevan sus ganancias al extranjero y los inversionistas foráneos intentan poner también a buen recaudo sus divisas. Pero, sobre todo, esta pérdida de certeza financiera aviva la inestabilidad social. Por mucho que se extienda el estado policial y las amenazas contra los que se manifiestan en las calles, el bolsillo ha demostrado ser una fuerte motivación para saltarse el miedo.
Cuando en agosto de 1994 ocurrieron en La Habana las protestas conocidas como el “Maleconazo”, el dólar alcanzaba por aquellos días un pico histórico. Este verano el panorama se repite con mayor gravedad y el régimen está consciente del malestar que el valor de los verdes provoca. El rostro de Benjamin Franklin desde un papel es ahora el peor enemigo del castrismo.
(ms)
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