
Unidades militares de la OTAN en el Báltico. ¿Quebró la OTAN su promesa hecha a la Unión Soviética de no expandirse más hacia el este europeo?Imagen: New Docs
25 de junio de 2025
La OTAN ha engañado, faltado al respeto y acorralado a Rusia al admitir a países de Europa del Este: esta es una de las principales justificaciones del Kremlin para su ataque a Ucrania. Pero, ¿es verdad?
Los jefes de Estado y de Gobierno de la OTAN se reunieron en una cumbre en La Haya, capital de Países Bajos, el 24 y 25 de junio, para tratar, sobre todo, el tema del aumento del gasto en defensa y el apoyo a Ucrania. El motivo es el ataque a gran escala de Rusia contra Ucrania, que ya dura más de tres años, junto con la presión de Washington para que haya un mayor reparto de responsabilidades dentro de la alianza.
Durante años han circulado numerosas afirmaciones y narrativas falsas sobre la OTAN. DW Verifica ha examinado algunas de ellas.
¿Ha roto la OTAN su promesa a Rusia?
El presidente ruso, Vladimir Putin, justifica su ataque a Ucrania esencialmente con el argumento de que la OTAN representa desde hace décadas una creciente amenaza para la seguridad de Rusia.
Ya en una entrevista con la BBC, en marzo de 2020, Putin expresó su apertura hacia la OTAN, pero formuló al mismo tiempo su preocupación sobre la extensión hacia el este de la alianza, que en ese momento incluía a Polonia, la República Checa y Hungría. Ha justificado repetidamente su desconfianza con una supuesta violación de la confianza por parte de las potencias occidentales, que se remonta a las negociaciones del Tratado Dos más Cuatro.
Según Putin, los países occidentales prometieron entonces a la Unión Soviética que no expandirían la OTAN hacia el este. La OTAN lo niega.
¿Qué se supone que prometió la OTAN a la Unión Soviética?
Qué se prometió exactamente ha sido un tema muy controvertido desde entonces, tanto entre políticos como entre la ciudadanía y el mundo académico. Es indiscutible que el Tratado Dos más Cuatro simplemente establece que no se podrán estacionar tropas extranjeras en el territorio de la antigua RDA.
Por lo tanto, “no existen declaraciones jurídicamente vinculantes sobre la expansión de la OTAN hacia el este ni sobre la admisión de otros miembros”, según el Ministerio de Defensa alemán, por ejemplo.
Igualmente bien documentadas están las numerosas declaraciones de diplomáticos occidentales que apoyan la tesis de Putin, incluyendo la “no expansión de la OTAN (…) en general” del ministro de Asuntos Exteriores alemán, Hans-Dietrich Genscher, y la frase “ni un centímetro al Este” de su homólogo estadounidense, James Baker. Sin embargo, algunos historiadores argumentan que pronto se retractaron de esta afirmación.
Otros argumentan que esta declaración solo podría haberse referido a Alemania Oriental, simplemente porque contradice el principio de “libre elección de alianza” promovido en Occidente.
Entre ellos se encuentra Jim Townsend, quien por entonces trabajaba en la División de Política Europea y de la OTAN del Departamento de Defensa de EE. UU.: “Se trataba exclusivamente de Alemania y la reunificación alemana”, declaró a DW.

Gorbachov: una “violación del espíritu de 1990”
Como testigo clave de esa interpretación es citado también el entonces presidente de la Unión Soviética Mijaíl Gorbachov. En una entrevista en 2014 supuestamente se retractó de declaraciones anteriores en las que había enfatizado la fórmula “ni una pulgada al este”, diciendo: “El tema de la expansión de la OTAN no se discutió en absoluto”.
Estos argumentos no convencen a Joshua Shifrinson, profesor de Política Internacional en la Universidad de Maryland. La supuesta retractación de Gorbachov fue sacada de contexto, según explicó en una entrevista con DW. En la misma entrevista, el presidente soviético declaró sobre el debate iniciado en 1993 acerca de la admisión de los antiguos países del Pacto de Varsovia: “Desde el principio, lo consideré un grave error. Fue, sin duda, una violación del espíritu de las declaraciones y garantías que nos dieron en 1990”.
Esto también se contradice con la declaración pública hecha por Manfred Wörner, Secretario General de la OTAN de 1988 a 1994, en mayo de 1990, que Vladimir Putin citó en la Conferencia de Seguridad de Múnich de 2007: “El mero hecho de que estemos dispuestos a no estacionar fuerzas de la OTAN detrás de las fronteras de la República Federal de Alemania da a la Unión Soviética firmes garantías de seguridad”.
Shifrinson ha evaluado numerosas fuentes sobre el tema, incluidas las actas anteriormente clasificadas de una reunión de cuatro diplomáticos de alto rango de la OTAN de EE. UU., el Reino Unido, Francia y Alemania en marzo de 1991, sobre la que también informó la revista alemana Der Spiegel.

“No podemos ofrecerle una membresía a Polonia” en la UE
Según el protocolo de una sesión de cuatro altos diplomáticos de la OTAN -de EE. UU., Reino Unido, Francia y Alemania-, el representante alemán, Jürgen Chrobog, dijo: “Hemos dejado en claro que no ampliaremos las fronteras de la OTAN más allá del río Elba. Por eso, no podemos ofrecer una membresía en la OTAN a Polonia ni a los otros”.
De acuerdo con ese documento, cuyas fotografías tiene DW, nadie contradijo esa declaración. El francés Raymond Seitz incluso confirmó: “Hemos dejado en claro ante la Unión Soviética -en el Tratado Dos más Cuatro, así como en otras conversaciones, que no sacaremos ninguna ventaja del retiro de las tropas soviéticas del este de Europa”.
Un año y medio después de la firma del tratado, eso era un consenso entre los altos diplomáticos de la OTAN, dice Shifrinson: “La gente estaba realmente preocupada por el futuro de Europa del Este en general”.
Benjamin Friedman, del centro de estudios estadounidense Defense Priorities, también analiza las relaciones entre Rusia y la OTAN. Afirma: “Puede que Estados Unidos no haya prometido solemnemente que nunca expandiríamos la OTAN, pero sin duda dimos esa impresión a los rusos, y creo que eso los molestó”.
¿Empujó la OTAN a Rusia a la guerra?
Ante toda esta controversia y las supuestas garantías, Shifrinson aclara: “Es indiscutiblemente cierto que Rusia invadió a Ucrania”. Sin embargo, “se puede reconocer que se dieron garantías y luego se revocaron, sin por eso justificar este comportamiento de Rusia”.
De modo similar lo ve Friedman: “Hay diferencias entre una declaración sobre causalidad y una declaración sobre responsabilidad moral”. La invasión de Rusia a Ucrania es moralmente reprochable, pero “la expansión, es decir, la perspectiva de una expansión de la OTAN a Ucrania fue un motivo importante para la guerra”.
También para Townsend, que luego de su carrera en el Pentágono y la OTAN pasó a desempeñarse en el centro de investigación Atlantic Council, Rusia es claramente el agresor. “Siempre fuimos muy cuidadosos y discutimos constantemente con los rusos, y en ese momento nos dieron luz verde”, asegura. Hasta que Putin habló “de pronto de un problema” en la Conferencia de Seguridad de Múnich, explica Townsend.
“Si la OTAN ha hecho algo para desestabilizar la arquitectura de seguridad europea, es que no es lo suficientemente fuerte”, concluye.
(cp/el)
La incansable búsqueda de padres, hijos y maridos ucranianos
18 de junio de 2025
Miles de mujeres en Ucrania buscan a sus padres, esposos o hijos capturados o desaparecidos durante la guerra. Algunas afectadas comparten con DW sus esperanzas y decepciones.
En los más de tres años transcurridos desde el inicio de la invasión rusa, ha surgido el mayor movimiento de mujeres en la historia de Ucrania.
Miles de madres, esposas, hijas, hermanas, abuelas, tías y prometidas buscan a soldados capturados por las fuerzas armadas rusas o dados por desaparecidos. Las mujeres se han organizado en asociaciones o grupos informales y cooperan entre sí.
Los intercambios de prisioneros son estricto secreto. Pero una madrugada de finales de mayo, cientos de civiles se apiñan en el patio de una clínica en Chernígov, esperando la llegada de autobuses desde la frontera entre Ucrania y Rusia.
Nadija, una jubilada de Jmelnitski, busca a su hijo de 41 años, Oleksandr Koroliuk, desaparecido en el frente cerca de Bajmut en febrero de 2023. “Estoy buscando y esperando”, dice la mujer, que porta varias fotografías. Todo el mundo tiene fotos de sus seres queridos. Todos quieren ver esas imágenes impresas en la televisión o en los periódicos.
Familias esperando a sus seres queridos
Familias enteras buscan refugio a la sombra de los manzanos del patio de la clínica. Las banderas de la 36ª Brigada de Infantería de Marina se distinguen a lo lejos. Más de 1.300 miembros fueron capturados en Mariupol en la primavera de 2022 y, desde entonces, esperan que se produzca un intercambio.
Durante este tiempo, Olha Handchala, de la ciudad de Uman, ha podido enviar sólo una carta a su hijo Yevhen, de 34 años, pero no ha recibido ninguna respuesta. Este es su cuarto intercambio de prisioneros. “Vengo a apoyar a nuestros soldados. Y quizás me encuentre con alguien que haya visto a mi hijo”.
Valentina Ocheretna, de Zhmerinka, también busca a su hijo. Nazar, de 36 años, lleva desaparecido desde principios de abril de 2022. Su madre no pierde la esperanza, porque hay soldados que regresaron tras un intercambio y lo reconocieron en los campamentos. “Informé de esto al centro de coordinación. Contactaron con un hombre que lo vio y lo confirmó todo. Pero Nazar sigue desaparecido”, lamenta Ocheretna.
Varias decenas de mujeres, que han llegado juntas en autobús desde la región de Sumi, están de pie junto al cordón policial. El cartel de la más joven, llamada Svitlana, muestra los llamativos tatuajes de su prometido, Oleh Halushka, miembro de la Guardia Nacional de la Brigada Kara-Dag, que desapareció hace un año en el frente de la región de Zaporiyia. “Quizás alguien ha visto estos tatuajes”, se pregunta.
La llegada de presos liberados debe tener la apariencia de un festejo. Representantes del Centro de Coordinación de Prisioneros de Guerra han explicado a los familiares cómo darles la bienvenida y qué preguntas no se deben hacer. Pero estas instrucciones no siempre funcionan.
Los familiares, un papel importante
A pesar de todo, los familiares de los soldados y el Centro de Coordinación para Prisioneros de Guerra consideran que es importante acudir al encuentro de quienes vuelven. “Desde agosto pasado, se han realizado auténticas peregrinaciones. Aunque no siempre aportan mucho a los familiares, los que regresan a casa ven cuánto se les quiere”, comenta Petro Yatsenko, portavoz del centro.
Los familiares también son quienes identifican a los soldados en los videos rusos. Uno de los canales de Telegram más grandes sobre soldados encontrados y capturados cuenta con casi 122.000 suscriptores. Cada día se publican allí alrededor de una docena de nuevos nombres y rostros. Cuanto antes se identifique a una persona, antes podrá comenzar el intercambio, subraya Yatsenko.
Las autoridades ucranianas se niegan a revelar cuántos ucranianos se encuentran en cautiverio o desaparecidos. El proyecto UALosses, que se basa en fuentes abiertas, listó a más de 6.000 prisioneros de guerra con nombres y apellidos a finales de mayo.
Casi 65.000 personas están desaparecidas. La mayoría probablemente nunca regresará a casa, pero nadie quiere perder la esperanza.

“Quiero hacer el bien y ser un rayo de esperanza”
Los activistas de dichas asociaciones tienen mucho que hacer: reuniones con el centro de coordinación, vigilias, actos conmemorativos y conferencias. “Quiero hacer el bien y ser un rayo de esperanza para las familias, recordándoles que no han sido olvidadas”, dice Katerina Muslova, hija de Oleg Muslov, un marine capturado de Mariupol. La fundación benéfica que dirige, “Corazón en Acción”, ejerce presión internacional para la liberación de prisioneros y apoya a familias con subvenciones gubernamentales.
El centro de coordinación se reúne periódicamente con más de 150 organizaciones sociales e iniciativas privadas de familiares de prisioneros de guerra. “Nos alegra que las familias unan fuerzas y se organicen, porque esto les facilita encontrar respuestas a preguntas comunes”, dice Yatsenko.
Aun así, la cooperación no siempre es constructiva. El portavoz del centro critica a algunas asociaciones, porque caen en provocaciones o estafas rusas, comparten información confidencial, organizan manifestaciones y, en respuesta, acusan al centro de coordinación de trabajar mal, afirma Yatsenko: “Cada intercambio exitoso siempre genera un gran descontento entre aquellos cuyos familiares aún no han sido encontrados ni liberados”.
(rmr/ms)