
Manifestantes ondean banderas mientras coches en llamas se alinean en la calle.Imagen: Mario Tama/Getty Images
El presidente de Estados Unidos aseguró que las protestas “fortalecen” su determinación de deportar a los migrantes.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, describió este domingo a Los Ángeles como una ciudad “invadida y ocupada por inmigrantes ilegales y criminales” y aseguró que las protestas desatadas en respuesta a las redadas masivas de migrantes “fortalecen” su determinación de deportar.
“Estos disturbios sin ley sólo fortalecen nuestra determinación. Estoy ordenando a la secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem; al secretario de Defensa, Pete Hegseth; y a la fiscal general, Pam Bondi (…) que tomen todas las medidas necesarias para liberar a Los Ángeles de la invasión de inmigrantes y poner fin a estos disturbios de inmigrantes”, escribió el mandatario en Truth Social.
Los comentarios de Trump llegan en el tercer día consecutivo de protestas en la ciudad de Los Ángeles, después de que el viernes el Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE) realizara al menos siete redadas migratorias.
En respuesta a las manifestaciones desatadas, Trump ordenó el despliegue de 2.000 efectivos de la Guardia Nacional y este domingo algunos de estos militares fueron desplegados frente al edificio federal, ubicado en el centro de Los Ángeles.
La orden del presidente se ejecutó amparada en una controvertida disposición federal que pasó por alto al gobernador de California, Gavin Newsom, en un hecho sin precedentes en los últimos 60 años.
Tanto Newsom, como la alcaldesa de Los Ángeles, Karen Bass, han hecho un llamado a la comunidad californiana a ejercer su derecho a protestar de forma pacífica.
“No le den a Trump lo que quiere”, escribió Newsom en sus redes sociales.
Las protestas realizadas este domingo derivaron en enfrentamientos entre manifestantes y agentes de la Policía local (LAPD), que calificaron la manifestación como una “asamblea ilegal”, para poder dispersar a las multitudes, aunque no se han informado de arrestos.
“Una asamblea ilegal”
Al unísono de “qué vergüenza” cientos de personas se manifestaron en el centro de Los Ángeles por la presencia en la ciudad de la Guardia Nacional, enviada por Trump, tras las protestas por las redadas migratorias ocurridas en el condado.
El mensaje sigue siendo el mismo de los últimos días, los manifestantes -entre los que se contaban familias completas con niños pequeños- se opusieron a los operativos del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE) y a la escalada de la Casa Blanca para presionar el poder del gobernador Newsom, con la presencia y el accionar de los militares.
La manifestación que comenzó frente al Ayuntamiento angelino se desplazó un kilómetro hasta donde se encontraban unas dos docenas de miembros de la Guardia Nacional al cuidado del ingreso del edificio federal, que alberga la cárcel de ICE, a los que increparon por obedecer al presidente.
El Departamento de Policía de Los Ángeles (LAPD) declaró la manifestación como “una asamblea ilegal”, lo que le permitió dispersar a los manifestantes, que en momentos le arrojaron confeti a la policía y alguna que otra botella de agua.
Al verse empujados por las autoridades angelinas, los manifestantes se tomaron la Autopista 101, donde bloquearon el tráfico por varias horas. Por su parte, la Policía usó gases para dispersar a la multitud.
Los manifestantes mostraron, con banderas de diferentes países -incluida la estadounidense-, la diversidad de la comunidad del condado, el más poblado de EE.UU., con alrededor de diez millones de habitantes. Se estima que cerca de un millón de estos es indocumentado, la gran mayoría trabajadores.
Trump culpó este domingo a la “izquierda radical” de estar detrás de las protestas de Los Ángeles, al asegurar que a partir de ahora no se permitirá el uso de máscaras en las protestas.
Hasta la tarde del domingo, el LAPD no había confirmado arrestos entre los manifestantes y trataba de sacar a las personas que protestaban de la autopista, una rutina a la que están acostumbrados los manifestantes que recurren a bloquear las grandes vías para llamar la atención en una ciudad cruzada por carreteras.
mg (efe, dpa, ap)
Gobernador de California pide a manifestantes: “No le den a Trump lo que quiere”
Gavin Newsom exige al presidente llevarse los 2,000 agentes de la Guardia Nacional que desplegó en el estado

El gobernador de California, el demócrata Gavin Newsom, pidió a los manifestantes reunidos este domingo en el centro de Los Ángeles mantener las protestas contra las redadas masivas de migrantes pacíficas: “No le den a Trump lo que quiere”, escribió en su cuenta de Instagram.
“Hablen alto. Permanezcan pacíficos. Mantengan la calma. No usen la violencia y respeten a los agentes de la ley que están haciendo todo lo posible por mantener la paz”, ahondó el gobernador en su mensaje.
Newsom ha acusado a la Administración del presidente de EE.UU. Donald Trump de crear un “espectáculo” y sembrar el “caos” con las detenciones a migrantes realizadas por el Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE) en California desde el viernes.
Envía la Guardia Nacional
Trump ordenó el despliegue de 2,000 efectivos de la Guardia Nacional para sofocar las protestas aisladas en la ciudad tras intensas jornadas de redadas migratorias y este domingo algunos efectivos fueron desplegados en el edificio federal ubicado en el centro de Los Ángeles.
El gobernador también informó hoy que había solicitado formalmente a la Administración de Trump la retirada del “despliegue ilegal de tropas en el condado de Los Ángeles” y que fueran devueltas a su mando.
“No teníamos un problema hasta que Trump se involucró”
“No teníamos un problema hasta que Trump se involucró. Esta es una grave violación de la soberanía del Estado, inflamando tensiones mientras sacan recursos de donde realmente se necesitan. Rescinde la orden. Devuelve el control a California”, afirmó Newsom en Instagram tras hacer pública una carta dirigida al secretario de Defensa de EE.UU., Pete Hegseth.
Esta es la primera vez en 60 años que un presidente estadounidense despliega la Guardia Nacional de cualquier estado sin contar con la autorización del gobernador a cargo, que es el comandante en jefe de las fuerzas militares estatales.