
Este viernes, el presidente estadounidense anunció aranceles del 50 % para todas las mercancías europeas a partir del 1 de junio.
El presidente estadounidense, Donald Trump, habría rechazado ampliamente la última propuesta comercial de la Unión Europea (UE), que contemplaba la eliminación conjunta de los aranceles sobre mercancías industriales, favorecer el acceso para algunos productos agrícolas estadounidenses y el desarrollo conjunto de centros de datos de inteligencia artificial, reporta Bloomberg, que cita a personas familiarizadas con el asunto.
Este viernes, el mandatario anunció en sus redes sociales que impondrá un arancel del 50 % a todas las importaciones procedentes de bloque a partir del 1 de junio. “Nos han tratado muy mal a lo largo de los años. [La UE] se formó para perjudicar a Estados Unidos, para aprovecharse de Estados Unidos, y lo han hecho”, reiteró el líder estadounidense en el Despacho Oval.
¿En qué consiste la propuesta de la UE?
Según los informantes del medio, la oferta de la UE abarca tanto barreras arancelarias como no arancelarias, propone mejoras para la seguridad económica y contempla inversiones mutuas, compras estratégicas y cooperación frente a desafíos globales, con el objetivo de allanar el camino para establecer negociaciones con Washington para suscribir un acuerdo comercial.
Asimismo, Bruselas puso sobre la mesa la posibilidad de cooperar en construcción naval e infraestructura portuaria, así como una asociación energética en gas, petróleo y energía nuclear. También estipula compras estratégicas de chips de IA y cooperación en tecnología 5G y otras formas de conectividad.
En cuanto a las barreras fiscales, se incluyeron planes para reducir las tarifas sobre bienes industriales y exportaciones agrícolas calificadas como no sensibles, además de una cláusula que le impediría a Washington imponer gravámenes adicionales mientras las conversaciones estén en curso.
A la larga, se pretendía una reducción paulatina de los aranceles, incluso a través de un sistema de cuotas, donde los pechajes más altos se aplicaran exclusivamente a partir de una cierta cantidad de mercancías importadas.
Adicionalmente, el bloque sugirió establecer cuotas trasatlánticas y constituir un grupo para supervisar su acuerdo sobre el acero, trabajar por la exoneración de aranceles sobre los automóviles, colaborar para reducir la dependencia en el ramo farmacéutico, avanzar en la cooperación relativa al control de exportaciones y a la evaluación de inversiones, así como profundizar la cooperación en sectores estratégicos como autopartes, metales, aviación civil, semiconductores y productos farmacéuticos.
Del mismo modo, el bloque estaría dispuesto a desarrollar acuerdos de mutuo reconocimiento en servicios y productos alimentarios no sensibles, en un marco en el que cada parte mantendría sus propios estándares.
Medidas recíprocas
Entretanto, la UE ya ha anunciado gravámenes del orden de los 23.900 millones de dólares para productos estadounidenses, en respuesta a los aranceles de Trump sobre los metales. Si bien su aplicación quedó postergada hasta mediados de julio, la ruptura de las conversaciones podría acelerarlos.
Paralelamente, Bruselas trabaja en una lista adicional de aranceles sobre productos de origen estadounidense equivalentes a 108.000 millones de dólares, por si las negociaciones con la Casa Blanca llegaran a fracasar.
Negociaciones por los aranceles: la Unión Europea advirtió que la relación comercial con Estados Unidos “no debe guiarse por amenazas”
El bloque señaló estar dispuesto a llegar a un acuerdo con el gigante norteamericano, siempre y cuando se dé en un marco de respeto mutuo

La Unión Europea advirtió este viernes que su relación comercial con Estados Unidos debe regirse por “el respeto mutuo” y “no por las amenazas”.
“El comercio entre la Unión Europea y Estados Unidos es inigualable y debe guiarse por el respeto mutuo, no por las amenazas. La Comisión sigue dispuesta a trabajar de buena fe (aunque) estamos listos para defender nuestros intereses”, declaró el comisario europeo de Comercio, Maroš Šefčovič, quien lleva semanas negociando con su par estadounidense, Jamieson Greer.

Las palabras de Šefčovič se dieron el mismo día que Trump amenazó con aumentar al 50% los gravámenes sobre los bienes europeos, dado que los diálogos “no están dando frutos”.

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“La Unión Europea, creada con el objetivo principal de aprovecharse de Estados Unidos en el comercio, ha sido muy difícil de gestionar (…) ¡Nuestras conversaciones con ellos no están dando frutos! Por lo tanto, recomiendo un arancel directo del 50 % para la Unión Europea a partir del 1 de junio de 2025”, escribió en su perfil de Truth Social.
Poco después, sin embargo, rebajó el tono de su mensaje y confió en que, al final de cuentas, no será necesario recurrir a una medida tal dado que Europa “enviará a sus empresas a Estados Unidos y construirá sus plantas” allí, evitando así los impuestos por tratarse de bienes fabricados dentro del territorio.

El bloque europeo se vio alcanzado por los anuncios del Día de la Liberación, en los que el Presidente republicano impuso aranceles “recíprocos” a bienes de todo el mundo.
En el caso de la Unión, respondió a “sus poderosas barreras comerciales, el IVA, las ridículas sanciones corporativas, las barreras comerciales no monetarias, las manipulaciones monetarias, las demandas injustificadas contra empresas estadounidenses” y demás prácticas que “han generado un déficit comercial con Estados Unidos de más de 250 millones de dólares anuales, una cifra totalmente inaceptable”, según Trump.
Enseguida, la Comisión del viejo continente adoptó contramedidas pero poco después las pausó para dar lugar a negociaciones en un clima de menor tensión.
La Casa Blanca, por su parte, anunció días más tarde que también dejaría sin efecto la medida, únicamente manteniéndose la tasa general del 10% que rige para todas las naciones, aunque mantuvo también el 25% sobre el acero, el aluminio y los automóviles, y amenazó con imponer más sobre productos farmacéuticos, semiconductores, cobre, madera, minerales, críticos y piezas aeroespaciales.

Entre tanto, Washington buscó abrir canales de diálogo con todas las partes afectadas para alcanzar acuerdos, incluida Europa.
“Mi punto de partida sigue siendo sencillo: la Unión Europea y Estados Unidos comparten un vínculo comercial y de inversión único, nos enfrentamos a muchos de los mismos retos, por lo que lo más lógico sería encontrar soluciones conjuntas”, que lleven a un acuerdo “justo, equilibrado y duradero”, dijo Šefčovič al anunciar el inicio de los contactos.
Sin embargo, los diálogos no han sido del todo fructíferos y, de seguir así, los gravámenes para Europa podrían elevarse hasta el 20% desde el 9 de julio, mientras que Estados Unidos también podría verse afectado por contramedidas que alcanzarían a productos agrícolas e industriales por un valor de 100.000 millones de euros.
(Con información de EFE, Europa Press y Reuters)