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- Autor,Redacción*
- Título del autor,BBC News Mundo
Su escasa piel apenas contiene la columna vertebral y las costillas, que casi se escapan de su pequeño cuerpo.
Es Mohamed Zakariya Ayyoub al-Matouq, un bebé de un año y medio que, como otros niños y niñas, se ha convertido en una de las imágenes más desgarradoras de la situación de hambruna que afecta a los habitantes de Gaza en medio de lo que se denuncia como un bloqueo de Israel.
El pequeño fue retratado junto a su madre por el fotógrafo Ahmed al-Arini el 21 de julio en una tienda de campaña levantada en la Franja, donde escasean los elementos más básicos para la subsistencia de los gazatíes.
Hedaya al-Muta, la madre de Mohamed, ofreció su desgarrador testimonio a la BBC.
“Ahora pesa 6 kilos, cuando antes pesaba 9. Comía y bebía con normalidad, pero por la escasez de comida y la situación en la que estamos sufre desnutrición severa”, lamenta mientras sostiene en brazos a su hijo.
Hedaya explica que, debido a la falta de alimentos, Mohamed “no puede sentarse o mantenerse en pie como cualquier niño” y ha desarrollado el síndrome de “espalda encogida”, así como una protuberancia dorsal.
“No tengo medios. A mi marido lo mataron en la guerra y no tengo a nadie que provea, excepto Dios. No puedo alimentarlo porque estoy sola. Trabajo duro, pero no puedo darle ni un poco de fórmula para bebés. Estoy agotada”, afirma.
El reportero Ahmed al-Arini relató al programa Newshour de la BBC el impacto que tuvo en él capturar la imagen de Hedaya y su mujer que ha dado la vuelta al mundo.
“Tenía que hacer una pausa después de cada toma para recobrar el aliento y poder continuar”, afirma.
La Organización de Naciones Unidas (ONU) dijo este jueves que tiene 6.000 camiones de ayuda humanitaria esperando para entrar a Gaza y advirtió que la hambruna en el enclave “nunca ha sido tan grave”.
Israel dice que ha permitido la entrada de suficiente ayuda a Gaza, a la vez que culpó a la ONU de no estar distribuyéndola de forma oportuna. Asimismo, asegura que los casos de desnutrición son responsabilidad de Hamás.
El gobierno de Benjamin Netanyahu dice que permitirá que países extranjeros lancen por aire ayuda a Gaza en los próximos días.
Médicos Sin Fronteras (MSF), por su parte, asegura que sus equipos están viendo “niveles catastróficos de desnutrición”.

Fuente de la imagen,Getty Images
Una bolsa como pañal
“Esta foto del bebé Mohamed la tomé cuando estaba con su madre. Ellos fueron desplazados de su hogar en el norte de Gaza”, dice Ahmed.
“Estaban en una tienda absolutamente vacía, salvo por un pequeño horno. Realmente parecía un sepulcro. Y la tomé porque quería mostrarle al mundo el hambre extrema que están sufriendo los bebés y niños en la Franja de Gaza”.
El fotógrafo explica que el pequeño Mohamed “no ha recibido leche, fórmula ni vitaminas”.
“Y si miras la foto de cerca, verás que lleva una bolsa plástica en lugar de pañal. Debido a la falta de ayuda humanitaria y medicamentos, los precios se han disparado, se han ido por las nubes, así que nadie en Gaza puede permitírselos”, afirma.
El Ministerio de Sanidad de Gaza informó que 122 palestinos han muerto ya por desnutrición, de los que al menos 83 son niños.
Ahmed, como otros reporteros gráficos que han retratado la situación de Gaza en las últimas semanas, da cuenta de lo complejo que se vuelve registrar ese horror: “Ver cómo los bebés están sufriendo hambre extrema, y lo demacrados que están por supuesto que me afecta, soy un ser humano”.
Por eso, dice Ahmed, cuando encontró a Mohamed y a Hedaya le tomó un largo rato hacer las fotografías.
Lamentablemente este no es el único bebé que ha encontrado en esas condiciones.
“He visto varios casos como este. El otro día tomé algunas fotos de un chico de 17 años que perdió 25 kilos de peso en solo un mes. La gente no encuentra comida en la Franja de Gaza, hay un hambre extrema, sino una hambruna, y las personas pelean por un poco de ayuda, arriesgando sus vidas por conseguir algo”.

Fuente de la imagen,Getty Images
El propio Ahmed también pasa hambre.
“No he probado un solo bocado de comida desde esta mañana”, dijo a la BBC este jueves. “Estoy hablando contigo ahora mismo y tengo muchísima hambre. Es casi imposible conseguir comida”.
“Mis sobrinos y sobrinas han estado llorando desde ayer, le han estado pidiendo a su padre un trozo de pan. Eso es todo lo que necesitan, y no hay suficiente para todos”, sostiene.
A ratos, cuenta el fotógrafo, se le hace difícil hacer su trabajo.
“Camino para tomar mis fotos, y al mismo tiempo, mientras lo hago, me vienen mareos, pierdo el equilibrio porque tengo hambre, estamos agotados. También tengo sed, así que todos estamos sufriendo.
He visto a muchos colegas colapsar por el hambre y la sed extremas”.
Por su trabajo, Ahmed cuenta que solía usar una aplicación para recibir sus pagos, “pero ahora, como la situación es tan difícil, cobran una comisión del 40 %, así que casi la mitad de mi salario ya está perdido antes de que pueda comprar o permitirme nada”.
El periodista explica que, en medio del bloqueo y la escasez de suministros básicos, los productos se transan en un mercado negro al que casi nadie puede acceder.
“La poca ayuda que está entrando en Gaza no alcanza para nadie, y todo lo que llega son sacos de harina, cuando el agua también escasea. Y claro, como el agua es tan escasa, los precios en el mercado negro se han disparado, así que ahora el kilo de harina cuesta US$16”, agrega.
“Antes de la guerra, Gaza era hermosa, tenía calles limpias y bonitas, ahora todo es destrucción… El único medio de transporte disponible son carros tirados por burros.
Hemos retrocedido a mucho antes de la Edad Media. El tejido social está prácticamente destruido… La gente se siente impotente y está agotada por esta guerra, y aún más agotada por el hambre y la sed”.
“Fue a buscar comida y nunca regresó”: la historia de 3 jóvenes que murieron en medio de la hambruna y los ataques israelíes en Gaza
Fuente de la imagen,AFP /Getty Images
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- Autor,Ethar Shalaby
- Título del autor,Servicio árabe de la BBC
Un adolescente que salió a buscar comida y un hombre que soportó meses de desnutrición, se encuentran entre los fallecidos durante la última semana en Gaza.
El jueves, el Ministerio de Salud de la Franja, controlado por Hamás, registró dos nuevas muertes por hambre y desnutrición en las últimas 24 horas, mientras que las agencias de ayuda humanitaria advirtieron que el asedio de Israel a Gaza estaba provocando una “hambruna masiva” en todo el territorio.
Un portavoz del Gobierno israelí lo negó, afirmando que Hamás era el responsable de la escasez de alimentos y del secuestro de la ayuda humanitaria.
Ante la advertencia de la ONU de que las condiciones humanitarias en Gaza se están deteriorando a un ritmo “acelerado” y la afirmación de la Organización Mundial de la Salud de que al menos el 10% de los habitantes de Gaza sufren desnutrición aguda, la BBC habló con varias personas en ese territorio sobre los seres queridos que han perdido recientemente.
Fuente de la imagen,Cortesía de la familia
Abdullah Jendeia,19 años
Abdullah Omar Jendeia, de 19 años, murió el domingo 20 de julio cuando salió a buscar comida, según cuenta su hermana Nadreen.
Habían estado viviendo en la casa deteriorada de su madre en al-Sabra, en el centro de Gaza.
“Estaba impaciente por salir a buscar comida ese día”, dice Nadreen.
“Le dije: ‘Come las pocas lentejas que nos quedan’, pero se negó”.
Según ella, hacia las 4 de la tarde Abdullah salió de casa para caminar más de 5 kilómetros hacia el norte en busca de un camión de ayuda humanitaria que llega cada semana.
Su idea era conseguir unos kilos de harina para alimentar a la familia. Iba acompañado de dos de sus hermanos y algunos cuñados.
Aproximadamente a las 11 de la noche, uno de los hermanos, Mahmoud, llamó a Nadreen para decirle que mientras esperaban junto al camión de ayuda humanitaria, los soldados israelíes habían abierto fuego de repente contra ellos.
Se encontraban en el corredor de Netzarim, una zona militar que separa el norte de la Franja de Gaza del sur.
Mahmoud le dijo a Nadreen que Abdullah había muerto y que él y el otro hermano habían resultado heridos.
“Era un placer estar con él, era bondadoso y divertido al mismo tiempo”, dice ella, recordando los paseos que solían dar por la tarde en la playa de Gaza cuando eran más jóvenes.
“Le encantaba el fútbol y el deporte”.
Ella cuenta que Abdullah solía trabajar con los tenderos locales, ayudándoles a transportar frutas y verduras, y que “soñaba con abrir un nuevo negocio después de la guerra”.
En respuesta, las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) afirmaron que estaban actuando para desmantelar la capacidad militar de Hamás y que tomaban todas las precauciones posibles para mitigar los daños a la población civil.
Afirmaron, además, que podría “atender mejor su solicitud [de información] si pudiera proporcionar las coordenadas” de la ubicación del incidente.
La agencia de defensa civil de Gaza, dirigida por Hamás, afirmó que los disparos israelíes habían matado a un total de 93 personas y herido a decenas más en toda Gaza ese día, principalmente cerca de los puntos de ayuda.
Al referirse a un incidente específico en el norte de Gaza, el ejército israelí afirmó que las tropas realizaron disparos de advertencia contra una multitud “para eliminar una amenaza inmediata”, pero cuestionó el número de muertos.
Ahmed Alhasant, 41 años
Fuente de la imagen,Cortesía de la familia
Ahmed Alhasant, de 41 años, falleció el martes 22 de julio.
Su hermano, Yehia Alhasanat, afirma que “la desnutrición lo mató; día tras día, su estado empeoraba cada vez más”.
Yehia cuenta que su hermano comenzó a sentirse mal después de que Israel impusiera un bloqueo a la ayuda humanitaria en Gaza en marzo. Desde mayo, Israel ha permitido la entrada de algo de ayuda al territorio, pero las organizaciones humanitarias afirman que está lejos de ser suficiente.
Durante tres meses, Ahmed, quien también era diabético, no pudo obtener suficiente comida ni bebida. Dependía de trozos de pan y, ocasionalmente, de comida enlatada, afirma Yehia.
Como resultado de esto, dice Yehia, su peso se redujo drásticamente de 80 a 35 kilos y su salud se deterioró rápidamente.
“Hablaba con dificultad y a veces apenas le entendíamos”, relata.
El primo de Ahmed, Refaat Alhasant, dice que la familia lo llevó al hospital, pero “nos dijeron que necesitaba comida, no medicinas. Así que lo llevamos de vuelta a casa”.
Yehia cuenta que Ahmed, quien se dedicaba a instalar antenas parabólicas y era aficionado al fútbol, “falleció tranquilamente” en su casa en la ciudad de Deir al-Balah, en el centro de Gaza.
“Tenía una personalidad fuerte y era una de las personas más amables que se podían conocer”, añade Yehia.
Mohamed Kullab, 29 años
Fuente de la imagen,Cortesía de la familia
Mohamed Kullab, de 29 años, murió en un ataque aéreo el 22 de julio, según relata su cuñado.
Amar Ragaida explica que Mohamed estaba descansando en su tienda de campaña en un campamento para palestinos desplazados en la zona de al-Qadesiya, al oeste de Jan Younis, en el sur de Gaza, cuando un ataque aéreo alcanzó la zona entre las 5 y 6 de la tarde, hora local.
“Estaba solo. Nos enteramos de que había muerto unas horas después del bombardeo, cuando algunas personas llamaron a su hermana y le informaron de su muerte”, dice Amar.
Amar afirma que habló con Mohamed el día antes de su muerte: se encontraron por casualidad mientras buscaban ayuda.
“Me dijo: ‘No vayas solo, intentaré conseguirte un poco de harina’. Al día siguiente, estaba muerto”.
Mohamed deja una hermana y un hermano menor que dependían completamente de él, dice Amar.
“Kullab era un joven respetuoso, lleno de vida. No se metía en asuntos innecesarios y todos los que lo rodeaban lo querían”, afirma.
En respuesta, las Fuerzas de Defensa de Israel emitieron una declaración similar a la que dieron para el caso de Abdullah, diciendo que tomaron “las precauciones posibles para mitigar los daños a la población civil” y que necesitarían las coordenadas del lugar donde murió para investigar más a fondo su caso.
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