
En la misiva, la comunidad expresa su “profundo dolor” por la suspensión del sacerdote, que lleva enfrentando problemas con el alcohol desde “hace algunos años”
La comunidad de la parroquia Stella Maris, ubicada en el exclusivo distrito de Condado en San Juan, Puerto Rico, ha solicitado la revocación de la suspensión impuesta a su párroco tras denuncias que señalan que canceló un servicio religioso por “indisposición del párroco debido al uso de alcohol“.
Los feligreses enviaron una carta al vicario pastoral fray Gerardo A. Vargas Cruz, en la que piden su mediación para levantar la medida contra el padre Antonio José Vázquez Colón, impuesta por el arzobispo de San Juan, Roberto González Nieves, el pasado 21 de junio y hecha pública en redes sociales el martes.
En la misiva, la comunidad expresa su “profundo dolor” por la suspensión del sacerdote, quien ha dirigido la parroquia durante los últimos 18 años y es conocido cariñosamente como Padre Tito.
“Fuimos informados de esta decisión, la cual ha sido recibida con enorme tristeza y consternación por todos nosotros, conscientes de la labor incansable y generosa que ha realizado Padre Tito entre nosotros”, señala la carta, cuyo contenido fue publicado por El Nuevo Día.
Los feligreses aseguran que el liderazgo del padre “ha sido un ejemplo de entrega pastoral, construyendo una comunidad fundada en el amor, la compasión y el perdón”, donde “‘la Casa Común‘ se convirtió en una realidad: un templo abierto para todos, sin distinción, donde cada persona ha sido recibida con dignidad y misericordia”.
En la carta también destacan la labor social del sacerdote, especialmente con personas sin hogar, con problemas de adicción y en condiciones de pobreza.
“Es doloroso comprender que, en este tiempo, quienes han sido llamados a vivir la misericordia y a orar por sus hermanos elijan, en cambio, el camino del juicio y la condena. Nadie es perfecto, y es precisamente por esa humana debilidad que reconocemos la necesidad del amor que todo lo perdona y todo lo restaura“, manifestaron.
“Rogamos que se anteponga la caridad a todo aquello que nos divida, y que, en nombre del Evangelio que proclama la compasión sin límites, se reconsidere la decisión de separarlo de nosotros”, sostuvieron.
- La decisión del arzobispo fue comunicada en una carta firmada y fechada el 21 de junio.
Origen del escándalo
Según explicó el arzobispo Roberto González Nieves, fue el sacerdote César Santos quien lo alertó sobre la situación de Vázquez Colón mediante una carta confidencial. En principio, el contenido debía mantenerse en reserva, pero el documento fue filtrado y llegó a manos de algunos miembros de la comunidad parroquial.
En la carta, Santos detallaba “circunstancias dolorosas” relacionadas con la condición de salud del párroco, incluyendo una misa cancelada recientemente “por indisposición del párroco debido al uso de alcohol“. González Nieves afirmó que su colega actuó correctamente al compartir esas preocupaciones, motivado únicamente por el bien de su hermano sacerdote y de la Iglesia.
No “fue su intención de crear chisme“, afirmó González Nieves.
El arzobispo reconoció que ha conversado en múltiples ocasiones con el Padre Tito sobre su lucha contra el alcohol y que, en su momento, le propuso ingresar a un centro residencial especializado para sacerdotes con adicciones. Sin embargo, el párroco rechazó esta opción y pidió seguir un tratamiento individual con un psicólogo en Puerto Rico.
González Nieves accedió a su solicitud, pero lamentó que hayan pasado dos años sin señales de mejoría. A pesar de la suspensión, pidió a la comunidad que apoye al sacerdote “en su proceso de recuperación para que pueda continuar su pastoreo con ustedes”.