
(CNN) — El Gobierno del presidente Joe Biden se encuentra monitoreando cómo se desarrolla la elección presidencial de Venezuela, dijeron altos funcionarios este viernes.
Los funcionarios, en una llamada con periodistas este viernes, pidieron al régimen de Maduro permitir que la elección del domingo se desarrolle libremente y de manera justa sin dejar de reconocer “muchos obstáculos”, que enfrentan los votantes venezolanos.
Estados Unidos ha expresado su preocupación por las detenciones de figuras de la oposición democrática venezolana antes de las elecciones de este fin de semana, y mientras los funcionarios continuaron arremetiendo contra Maduro por “encarcelar arbitrariamente” a miembros de la oposición, líderes y trabajadores de campaña, señalaron el movimiento de la oposición para consolidar rápidamente el apoyo al candidato Edmundo González Urrutia como evidencia de que hay interés por las próximas elecciones.
“Esta unidad sin precedentes entre los líderes de la oposición es un testimonio de su resistencia y su determinación de ofrecer a los venezolanos una opción genuina en las elecciones del domingo, y a pesar de las dificultades, está claro que los ciudadanos de todo el país, desde las principales ciudades de Venezuela a las comunidades rurales, están ansiosos por participar en estas elecciones y ejercer sus derechos democráticos”, dijo un funcionario.
El hombre fuerte Maduro lleva más de una década en el poder, tras asumir la presidencia luego de la muerte de su predecesor Hugo Chávez en 2013, tiempo durante el cual su Gobierno ha sido acusado a menudo de amañar votaciones y silenciar a la oposición.

Miembros de la delegación internacional de observadores electorales visitan uno de los principales centros de votación para verificar la instalación de las mesas electorales que se utilizarán en las próximas elecciones presidenciales, en Caracas, Venezuela, el 26 de julio de 2024.(Foto: Yuri CORTEZ / AFP) (Photo by YURI CORTEZ/AFP via Getty Images).
Las elecciones de 2018 que devolvieron a Maduro a la presidencia fueron boicoteadas en gran medida por la oposición. Los comicios fueron calificados de ilegítimos por una alianza de 14 países latinoamericanos, Canadá y Estados Unidos, y como una “farsa” por la Organización de Estados Americanos.
Había esperanzas de que las elecciones de 2024 fueran diferentes después de que Maduro prometiera a Washington el año pasado en un acuerdo histórico que celebraría elecciones libres y justas a cambio de un alivio de las sanciones.
Aún así, reconoció el funcionario, Estados Unidos se prepara para imponer sanciones adicionales contra Venezuela si no se permite que el proceso democrático se desarrolle durante las elecciones del domingo.
“Estados Unidos está preparado para calibrar su política de sanciones en función de los acontecimientos que se desarrollen en Venezuela… esto es algo que hemos estado dispuestos a hacer a lo largo de este proceso, y ha habido periodos en los que hemos aplicado un alivio de las sanciones a Venezuela a cambio de ciertos compromisos o concesiones y, por supuesto, momentos en los que hemos impuesto sanciones adicionales cuando hemos considerado que la política exterior y los intereses nacionales de Estados Unidos lo requerían”, afirmaron este viernes.
“Y así, mientras miramos al período postelectoral, continuaremos evaluando y actualizando nuestra política de sanciones según sea necesario en función de nuestros objetivos de política exterior”.
La administración dejó la puerta abierta para negociar una transición postelectoral si las elecciones pueden seguir adelante y apuntó que trabajará con el vencedor elegido democráticamente.
“Nuestros mensajes son simples: apoyamos elecciones pacíficas en Venezuela el 28 de julio, y Estados Unidos está preparado para trabajar con el ganador de estas elecciones siempre y cuando haya un proceso electoral transparente y justo, verificado por observadores nacionales e internacionales”, dijo un segundo funcionario.
“En un escenario en el que Maduro no gane las elecciones, Estados Unidos está listo para apoyar un período postelectoral negociado pacíficamente y considerar medidas que faciliten una transición pacífica del poder. Mientras tanto, les pedimos a ambas partes que eviten las represalias, y que trabajen juntos por el bien del pueblo venezolano”.
La exvicepresidenta de Colombia Marta Lucía Ramírez habló en rueda de prensa en la capital panameña.
VENEZUELA.- Varias delegaciones de parlamentarios españoles y latinoamericanos, así como una de expresidentes invitada por la oposición venezolana, no pudieron entrar, tras la negativa de las autoridades, en Venezuela, donde este domingo se celebran los comicios presidenciales que enfrentan al presidente Nicolás Maduro y la Plataforma Unitaria Democrática (PUD) que encabeza Edmundo González Urrutia.
De entre estos grupos, el más destacado fue el que formaban expresidentes y una exvicepresidenta latinoamericanos, que no pudieron viajar este viernes a Venezuela después de que el avión de la aerolínea Copa en el que se encontraban le fuera impedido despegar de Panamá.
El grupo aclaró que acudía a las elecciones venezolanas como “invitados” de la oposición al no poder inscribirse legalmente como observadores.
“Nosotros hemos dicho claramente que fuimos, o quisimos llegar a Venezuela como invitados de Edmundo (González Urrutia) y María Corina. Era un acompañamiento, (…) no como testigos, porque obviamente no íbamos a tener posibilidad de inscribirnos ante el Consejo Nacional Electoral (de Venezuela)”, dijo la exvicepresidenta de Colombia Marta Lucía Ramírez en la capital panameña.
La exvicepresidenta colombiana hizo sus declaraciones en una rueda de prensa en el Palacio Presidencial con los expresidentes Mireya Moscoso de Panamá, Miguel Ángel Rodríguez de Costa Rica, Jorge Quiroga de Bolivia, y Vicente Fox de México, unas horas después de bajarse del avión de Copa Airlines.
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Según el Gobierno de Panamá, el impedimento de volar se debió a que el Gobierno de Venezuela “bloqueó el espacio aéreo” del país y “retuvo aviones” de la aerolínea Copa, entre ellos en el que viajaban esos expresidentes, “por el lapso de varias horas”, por “cuestiones políticas ajenas” y tras una decisión “unánime” del Ejecutivo venezolano.
Estos líderes forman parte del grupo Iniciativa Democrática de España y las Américas (IDEA) e iban a las elecciones de este domingo como apoyo a la candidatura de Edmundo González Urrutia, el abanderado de la coalición opositora Plataforma Unitaria Democrática (PUD) .
Desde Caracas, la principal coalición opositora de Venezuela, Plataforma Unitaria Democrática (PUD), condenó que se les haya impedido viajar a este grupo.
“Nosotros condenamos enérgicamente este hecho porque, reiteramos, que si alguna cosa queremos los demócratas en nuestro país es que haya un proceso de votación limpio, prístino, transparente del que podamos estar orgullosos todos nosotros”, señaló la opositora Delsa Solórzano en una rueda de prensa.
Venezuela impidió también la entrada de una delegación de parlamentarios del Partido Popular (PP) español que había acudido también invitados por la oposición para estar presentes durante las elecciones del domingo.
Diputados, eurodiputados y senadores del PP, encabezados por el eurodiputado Esteban González Pons y el portavoz del PP en el Congreso, Miguel Tellado, viajaron a Venezuela para presenciar las elecciones presidenciales de este domingo.
Según fuentes del PP, las autoridades locales comunicaron que se les prohibía la entrada en el país y eran deportados, por lo que tuvieron que volver a España.
La senadora colombiana Angélica Lozano y la exalcaldesa de Bogotá Claudia López denunciaron el viernes que fueron deportadas de Venezuela, país al que habían llegado para reunirse con la líder opositora María Corina Machado, y que les quitaron el pasaporte durante una hora y media “sin argumentos ni información».
“Nos están sacando sin ninguna razón (…) solidaridad con este país sufrido”, afirmó Lozano en un video grabado mientras era escoltada en el Aeropuerto Internacional de Maiquetía, en Caracas. El Gobierno chileno envió al de Venezuela una nota de protesta por haber impedido ingresar al país a los senadores Felipe Kast (centroderecha) y José Manuel Rojo Edwards (ultraderecha), invitados por la oposición venezolana.
“El Ministerio de Relaciones Exteriores citó al embajador de Venezuela en Chile, Arévalo Méndez, para entregarle una nota de protesta debido a que no se permitió el ingreso a ese país a los senadores José Manuel Rojo Edwards y Felipe Kast”, dijo la Cancillería en un escueto comunicado.
Kast, del partido Evópoli, informó en sus redes sociales que iban a ser deportados porque no cumplían “con el perfil ni las condiciones de ingresar al país».
La Presidencia del Senado chileno aseguró que los hechos son “antidemocráticos” y “denotan la mayor gravedad” porque “los senadores chilenos cuentan con todas las condiciones exigidas usualmente por la República Bolivariana de Venezuela para hacer ingreso a su territorio».