
El efecto Trump perjudica al turismo en EE. UU.
Cada vez más viajeros dicen que les preocupa no sentirse bienvenidos o seguros en Estados Unidos, y rechazan apoyar la economía de un país que podría estar desestabilizando a otras naciones.
Turistas internacionales detenidos en las fronteras estadounidenses. Imposición de fuertes aranceles a socios comerciales. Amenazas contra aliados de toda la vida.
La avalancha de políticas y declaraciones controvertidas del gobierno de Donald Trump en semanas recientes está provocando que turistas de todo el mundo cancelen o reconsideren sus viajes a Estados Unidos. Un número cada vez mayor de visitantes afirman que no se sienten bienvenidos o se sienten inseguros, y no tienen deseos de apoyar la economía de un país que, según algunos funcionarios extranjeros, está librando guerras comerciales y desestabilizando a sus aliados. Un borrador de una nueva prohibición de viajar que circula por el gobierno podría restringir la entrada en Estados Unidos a ciudadanos de hasta 43 países, entre ellos Bielorrusia, Camboya y Santa Lucía.
“Tantos estadounidenses quieren huir del ambiente tenso y tóxico que reina en su país. ¿Por qué querría alguien ir de visita, especialmente ahora, con todas las detenciones arbitrarias en migración?”, dijo Mallory Henderson, una consultora de mercadotecnia de 53 años que vive en Londres. Aunque suele visitar Estados Unidos dos veces al año, esta vez canceló un viaje para visitar a su hermano y a su sobrina en Boston esta Semana Santa.
“Es un momento muy hostil y aterrador, y francamente, hay muchos otros lugares acogedores y agradables a los que puedo ir para reunirme con mi familia”, dijo.
Pero los expertos en viajes dicen que ahora esas expectativas pueden ser aún más difíciles de alcanzar.
La empresa de investigación Tourism Economics había previsto inicialmente que los viajes a Estados Unidos crecerían un 9 por ciento este año, pero en febrero actualizó sus pronósticos, esperando que los viajes entrantes disminuyeran un 5,1 por ciento y la demanda hotelera un 0,8 por ciento en 2025, lo que equivale a una caída de 18.000 millones de dólares en gastos. Gran parte del descenso se debe al boicot de los viajeros canadienses. En febrero, luego de que el presidente Trump anunciara aranceles para Canadá, el número de canadienses que cruzaron la frontera en coche cayó un 24 por ciento en comparación con el mismo periodo de 2024.
Las aerolíneas están respondiendo a la incertidumbre. Algunas, como Delta Air Lines y American Airlines, recortaron sus previsiones financieras para los primeros meses del año, citando la debilidad del gasto en viajes. Scott Kirby, director ejecutivo de United Airlines, dijo que la compañía había reducido la frecuencia de numerosas rutas a Canadá debido a una “gran caída del tráfico canadiense” hacia Estados Unidos.
Adam Sacks, presidente de Tourism Economics, dijo: “Se prevé que el cambio negativo en el sentimiento se mantenga debido a una mezcla cambiante de factores del gobierno de Trump, como las fricciones geopolíticas en torno a las políticas comerciales y de seguridad nacional, la retórica incendiaria y las posturas de confrontación”.
“También se espera que las políticas de seguridad fronteriza e inmigración de gran visibilidad y las medidas de ejecución desalienten las visitas”, añadió.
La incertidumbre en la frontera estadounidense ha llevado a varios países, entre ellos Reino Unido, Alemania y Canadá, a actualizar sus advertencias de viaje a Estados Unidos, destacando que la exención de visado no garantiza la entrada en el país y que los visitantes extranjeros sospechosos de infringir las normas de entrada podrían ser detenidos o arrestados en la frontera. Las advertencias se producen tras una serie de detenciones en puertos de entrada estadounidenses que afectaron a turistas extranjeros y titulares de tarjetas de residencia permanentes. Este mes, las autoridades francesas dijeron que se negó la entrada a un científico francés porque su teléfono, que fue examinado a su llegada, contenía opiniones personales sobre las políticas del gobierno de Trump. Las autoridades estadounidenses lo negaron, diciendo que el hecho de que no se le permitiera la entrada no estaba vinculado a sus “creencias políticas”.
‘No me parece bien’
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Los operadores turísticos de Europa aún no han informado de grandes oleadas de cancelaciones a la escala de Canadá, donde muchos residentes están boicoteando los viajes a Estados Unidos, pero un número creciente de viajeros se está replanteando sus planes de primavera y verano. Eric Dresin, secretario general de las Asociaciones Europeas de Agencias de Viajes y Turoperadores, dijo que se esperan “tiempos turbulentos”, sobre todo si más países se ven afectados por los cambios de las políticas estadounidenses.
Las llegadas a Estados Unidos procedentes de Europa occidental cayeron un uno por ciento en febrero, tras aumentar un 14 por ciento en el mismo periodo del año anterior, según datos preliminares de la Oficina Nacional de Viajes y Turismo estadounidense.
Christoph Bartel, un ciudadano alemán de 28 años que vive en Noruega, había planeado un viaje a Arizona este verano para visitar parques nacionales. La semana pasada canceló sus planes en respuesta al despido de empleados de los parques nacionales por parte del gobierno de Trump y a la revocación de la normativa medioambiental.
“No me parece bien apoyar la economía estadounidense cuando el presidente está causando tanto sabotaje”, dijo Bartel. “Es decepcionante abandonar un viaje especial que planeamos durante meses, pero en lugar de eso iremos a Canadá o México”.
Después de Canadá y México, el Reino Unido es de donde sale el mayor número de visitantes hacia Estados Unidos, con casi cuatro millones el año pasado. Las agencias de viajes están notando una división entre los clientes que visitan con frecuencia Estados Unidos y no se dejan disuadir por el clima político y aquellos que están buscando destinos alternativos en respuesta a los cambios políticos.
El alto costo de visitar Estados Unidos tras la pandemia también parece estar pasando factura.
“Siempre se consideró que Estados Unidos ofrecía una muy buena relación calidad-precio”, dijo Alan Wilson, director gerente de Bon Voyage Travel & Tours, una empresa británica especializada en viajes a Estados Unidos y Canadá. Junto con la fortaleza del dólar, los precios de los hoteles también han subido, y las elevadas propinas son un problema para muchos visitantes.
“El mercado británico detesta la cultura del 20 por ciento de propina, y la manera en que Estados Unidos siempre tiene la mano tendida en espera de la siguiente propina”, dijo. “Prefieren pagar el dinero por adelantado”.
Wilson dijo que su empresa había registrado un descenso del 5 por ciento en las reservas para Estados Unidos este año, en comparación con el mismo periodo del año anterior, pero que no esperaba que esa cifra cambiara mucho de aquí al verano, pues la mayoría de los clientes ya han reservado itinerarios con varios destinos en Estados Unidos, confirmados con un año de anticipación.
La crisis está afectando
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En lugares como Nueva York, Florida y California, la crisis está afectando a las pequeñas empresas de viajes, que esperaban con optimismo que 2025 trajera un crecimiento. Luke Miller, propietario de la empresa familiar Real New York Tours, dijo que su negocio estaba siendo diezmado luego de que montones de visitantes, principalmente canadienses, cancelaran tras el anuncio de Trump sobre los aranceles.
“Veinte autobuses llenos de personas mayores me acaban de cancelar los viajes que tenían programados. Son miles de dólares de pérdidas para mi pequeño negocio”, dijo Miller, añadiendo que está recibiendo cancelaciones hasta para las vacaciones de invierno y que no tiene reservas de europeos este verano, su segundo mayor mercado después de Canadá. Calificó la situación de “desgarradora”.
Destinos importantes como Nueva York y California están intensificando sus esfuerzos de mercadotecnia para asegurar a los turistas internacionales que son bienvenidos. Visit California, la agencia de turismo del estado, actualizó este mes sus previsiones globales de gasto de los visitantes en 2025 de 166.000 millones de dólares a 160.000 millones de dólares, luego de la ralentización del crecimiento de los viajeros internacionales y los devastadores incendios forestales ocurridos en Los Ángeles en enero.
Nueva York ha tenido mensajes similares. En relación con el gasto que supone visitar la ciudad, Julie Coker, presidenta de New York City Tourism+ Conventions, dijo que era posible visitarla con un presupuesto reducido, y que la organización de mercadotecnia destacaría esas oportunidades.
“Esta es una oportunidad excelente para destacar los otros distritos y partes de Nueva York fuera de Manhattan que son igual de vibrantes y tienen experiencias culinarias, artísticas y culturales increíbles y galardonadas”, dijo, añadiendo que Nueva York ya había enfrentado obstáculos en el pasado y que confía en poder alcanzar su objetivo de recuperar el gasto internacional para 2026 a pesar de las dificultades actuales.
Miller, de Real New York Tours, no está convencido. Dijo que si las reservas no repuntaban este verano, tendría que plantearse despedir a parte del personal.
“La realidad es que somos los más afectados y tal vez no sobrevivamos”, dijo.
Christine Chung colaboró con reportería.