
En medio de su guerra arancelaria, el Presidente estadounidense dijo que incorporaría una nueva tasa a estos productos europeos si los miembros avanzan con su represalia por los impuestos al acero y el aluminio
Francia aseguró que este jueves que la Unión Europea no cederá ante Donald Trump y su política arancelaria y se mostró, así, desafiante ante la nueva Administración Republicana, que ha cargado contra el bloque desde su regreso a la Casa Blanca al acusarla de ser “una de las autoridades impositivas y arancelarias más hostiles y abusivas del mundo”.
En las últimas horas, el primer ministro François Bayrou se refirió a la guerra comercial en curso entre el viejo continente y Estados Unidos, y subrayó que los europeos “no cederemos ante este tipo de amenazas”. “Es importante para nosotros mostrar quiénes somos”, sumó.
Este miércoles entraron en vigor los aranceles del 25% que Trump ordenó sobre las importaciones estadounidenses de acero y aluminio que alcanza, entre otros, a la Unión Europea.

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Enseguida, la Comisión Europea adelantó que adoptaría contramedidas “proporcionadas” frente a esta decisión “injustificada y perturbadora para el comercio transatlántico, las empresas y los consumidores”, siendo una de ellas la reanudación del cobro de un arancel del 50% al whisky estadounidense desde el 1 de abril, que ya había implementado durante la anterior presidencia del republicano.
En respuesta, la Casa Blanca redobló la apuesta y amenazó con imponer una tasa del 200% a los vinos, champagnes y demás productos alcohólicos fabricados en Europa, en señal de represalia.
“Si este arancel (el de la UE al whisky estadounidense) no se elimina de inmediato, Estados Unidos impondrá próximamente un arancel del 200 % a todos los vinos, champagnes y productos alcohólicos procedentes de Francia y otros países de la UE”, escribió Trump en su red social Truth Social.

Dicha medida “beneficiará enormemente al sector del vino y el champagne de Estados Unidos”, defendió a continuación, mientras que representantes europeos del sector advirtieron de los efectos devastadores que esta guerra podría tener en el rubro, debido a que el vino es la principal bebida alcohólica que la Unión vende al gigante norteamericano.
En medio de estos cruces, la presidente de la Comisión Europea, Úrsula von der Leyen, intentó rebajar la tensión y se mostró abierta a un diálogo con la contraparte, que permita resolver esta cuestión de manera pacífica y sin perjuicio de las economías y los consumidores.
“No nos gustan los aranceles porque creemos que son impuestos y son perjudiciales para las empresas y los consumidores. Siempre hemos dicho que defenderemos nuestros intereses pero, al mismo tiempo, también quiero recalcar que estamos abiertos a negociar”, dijo al respecto. Asimismo, sumó que el comisario europeo de Comercio, Valdis Dombrovskis, ya “está en contacto con su homólogo en Estados Unidos y mañana se comunicarán telefónicamente, precisamente sobre este tema”.

No obstante estas declaraciones, Trump reforzó su postura este jueves y, durante una rueda de prensa, aseguró que “no me voy a doblegar en absoluto” en lo que respecta a la guerra arancelaria, ni con la Unión Europea, ni con México, Canadá o cualquier otro país.
“Estados Unidos no se puede subvencionar a un país” ni a un mercado, sumó, antes de reiterar que Washington ha sido “estafada durante años” por el viejo continente, por lo que considera un vínculo comercial desparejo y “muy desagradable”.
“No se nos permite vender coches en Europa. Está prohibido debido a sus políticas y también a sus aranceles no monetarios”, sostuvo.
(Con información de AFP y EFE)