
El sábado James Boasberg emitió una orden para bloquear las deportaciones amparadas por la invocación que horas antes hizo Trump de la ley de Enemigos Extranjeros
El presidente estadounidense, Donald Trump, y su círculo cercano incrementaron este miércoles la presión para destituir al magistrado James Boasberg, que ordenó detener deportaciones de extranjeros sin vistas judiciales previas, después de que un congresista republicano iniciara el proceso legislativo para tratar de cesarlo.
“¡Si un Presidente no tiene el derecho de expulsar a asesinos y otros criminales de nuestro país porque un juez lunático de izquierda radical quiere asumir el papel de presidente, entonces nuestro país está en un gran problema y destinado al fracaso!”, escribió Trump en su red social, Truth Social, tras haber pedido la destitución de Boasberg en otra publicación unas horas antes.
El martes el congresistarepublicano Brandon Gill presentó artículos de destitución en la Cámara de Representantes para iniciar el proceso.
- En caso de que ese primer paso sea validado por dicho hemiciclo, las perspectivas de éxito para un intento de destitución de Boasberg son inexistentes según los expertos, puesto que el cese solo se volvería efectivo si dos tercios del Senado refrendan lo aprobado por la Cámara Baja, lo que requeriría el apoyo de hasta 14 senadores demócratas.
En todo caso, figuras cercanas a Trump, como su subjefe de Gabinete, Steven Miller, o la congresista republicana Lauren Boebert han hecho llamamientos en las últimas horas en redes sociales exigiendo que se destituya a Boasberg, al que acusan de “activista” o de ser un juez “no electo” que “está robando el voto y la voz del pueblo estadounidense”.
La campaña encabezada por Trump llevó el martes al presidente del Tribunal Supremo de Estados Unidos, el conservador John Roberts, a reprender estos llamamientos y a recordar que el circuito de apelaciones es el recurso deseable cuando se está en desacuerdo con un fallo judicial.
El sábado Boasberg emitió una orden para bloquear las deportaciones amparadas por la invocación que horas antes hizo Trump de la ley de Enemigos Extranjeros, una norma de 1798 que no se ha usado desde la Segunda Guerra Mundial y que permite la expulsión de extranjeros sin vista judicial previa.
El presidente del Supremo de EE. UU. reprende a Trump por sus ataques contra un juez federal
Un juez bloquea temporalmente el uso de la Ley de Enemigos Extranjeros invocada por Trump
Trump argumentó que EE. UU. estaba sufriendo una “invasión” de la banda criminal transnacional Tren de Aragua, aunque no presentó pruebas, y, pese a la orden judicial, el Gobierno estadounidense envió a más de 200 venezolanos a El Salvador, que se ofreció a encarcelarlos.
Uno de los abogados que representan a cinco de los venezolanos deportados a El Salvador ha advertido sobre la “crisis constitucional” que plantea el caso.
Mientras, el Gobierno de Trump insiste en condenar públicamente a jueces -los republicanos han activado en total cuatro proceso de destitución– que bloquean las medidas del Ejecutivo, cuestionando la separación de poderes en EE. UU.
Un juez bloquea temporalmente el uso de la Ley de Enemigos Extranjeros invocada por Trump
Un juez federal bloqueó temporalmente la aplicación de la Ley de Enemigos Extranjeros, invocada por Donald Trump para acelerar la deportación de miembros del Tren de Aragua

Un juez federal bloqueó este sábado temporalmente el uso de la Ley de Enemigos extranjeros invocada hoy mismo por el presidente estadounidense, Donald Trump, para acelerar las deportaciones contra miembros de la banda transnacional Tren de Aragua.
Antes de su invocación ese mismo magistrado, James Boasberg, había prohibido preventivamente su aplicación contra la deportación de cinco venezolanos, y después de la misma amplió su veto para cubrir a todos los no ciudadanos bajo custodia de Estados Unidos que estarían sujetos a dicha normativa de 1798.
La orden judicial estará en vigor durante 14 días o hasta nuevo aviso.
“Un breve retraso en su expulsión no le causa ningún daño al gobierno”, indicó Boasberg en declaraciones recogidas por la cadena CNN, añadiendo que “cualquier avión que contenga a estas personas, que vaya a despegar o esté en el aire debe ser devuelto a Estados Unidos”.
Un abuso de poder
La Ley de Enemigos Extranjeros que Trump invocó este sábado constituye para algunas organizaciones humanitarias un abuso de poder.
El centro de pensamiento Brennan estipula que es una autoridad que en tiempos de guerra permite al presidente detener o deportar a los nativos y ciudadanos de una nación enemiga sin audiencia previa y basándose únicamente en su país de nacimiento o ciudadanía.
Trump recurrió a ella este sábado al estimar en su orden ejecutiva que el Tren de Aragua “está perpetrando, intentando y amenazando con una invasión o incursión depredadora contra el territorio”.
Todos los venezolanos mayores de 14 años que se considere que pertenezcan a esa banda, se encuentren en Estados Unidos y no estén naturalizados o sean residentes permanentes legales están sujetos a ser detenidos, retenidos y expulsados en calidad de enemigos extranjeros.
Esa ley no había sido invocada desde la II Guerra Mundial (1939-1945) y en toda la historia del país solo se ha aplicado en tres ocasiones, todas ellas en tiempos bélicos: durante la guerra de 1812 y en las dos contiendas mundiales.