Elegido como el primer líder global de la Iglesia católica proveniente de Estados Unidos, el papaLeón XIV, asume un nuevo cargo que tendrá muchos cruces con la política, un ámbito no del todo desconocido para el sacerdote nacido en Chicago, cuya historia en las redes sociales incluye compartir críticas a las políticas del gobierno del presidente Donald Trump y a los comentarios del vicepresidenteJDVance.
Trump le ha deseado lo mejor al nuevo pontífice en su papel, diciendo que la elección de León XIV es “un gran honor para nuestro país”.
Sin embargo, esto ocurre unos días después de que Trump publicara una imagen generada por inteligencia artificial de sí mismo vestido como papa en medio de días de luto oficial por la muerte del papa Francisco.
Ese acto llamó la atención en el Vaticano y fue denunciado por el ex primer ministro italiano Romano Prodi, quien lo llamó una interferencia política indecente en asuntos de fe.
Y el mes pasado, la Conferencia Episcopal de Estados Unidos anunció el fin de medio siglo de asociaciones con el gobierno federal del país para atender a refugiados y niños migrantes, diciendo que la “desgarradora” decisión siguió a la abrupta interrupción de financiamiento por parte del gobierno de Trump.
La mayoría de las publicaciones de León XIV en la plataforma X están relacionadas con o en apoyo de noticias católicas e iniciativas de la Iglesia.
Rara vez escribe contenido original, pero al examinar las que ha efectuado en redes sociales se observan muchas en las que comparte puntos de vista opuestos a las medidas destinadas a restringir la aceptación de migrantes y refugiados en EstadosUnidos.
Recientemente León XIV ha criticado al vicepresidente estadounidense JDVance. Vance, converso al catolicismo, es el católico de cargo más elevado en la política estadounidense. Ha llamado la atención del hombre que ahora encabeza la Iglesia global. León XIV regresó a X después de casi dos años de ausencia para compartir críticas a las opiniones del vicepresidente.
Pope Francis´ letter, JD Vance´s ´ordo amoris´ and what the Gospel asks of all of us on immigration https://t.co/Ikk8gqOMzn
En febrero, el ahora pontífice compartió un artículo de una publicación católica con el titular: “JDVance está equivocado: Jesús no nos pide que clasifiquemos nuestro amor por los demás”.
Esto ocurrió días después de que Vance —al hablar sobre las críticas a las políticas del gobierno de Trump en materia de inmigración en una entrevista con Fox News— hiciera referencia a una premisa cristiana de “que amas a tu familia y luego amas a tu vecino, y luego amas a tu comunidad, y luego amas a tus conciudadanos, y luego, después de eso, le das prioridad al resto del mundo”.
En respuesta a las críticas en internet a su posición, Vance publicó en X: “Sólo busquen en Google ´ordo amoris´. Aparte de eso, la idea de que no hay una jerarquía de obligaciones viola el sentido común básico”.
“Ordo amoris”, un principiocatólico histórico, se traduce como “orden del amor”.
Cuestionamiento a Trump
La última publicación del papa cuando todavía era cardenal fue una recirculación el 14 de abril de una publicación del cronista de la Iglesia Rocco Palmo sobre la reunión de Trump con Nayib Bukele.
Bukele dijo que era “absurdo” que su país regresara a EE. UU. a un salvadoreño deportado por error a su país en marzo, a pesar de un fallo de la Corte Suprema que le pedía al gobierno “facilitar” el regreso de Kilmar Ábrego.
León XIV volvió a publicar el hipervínculo de Palmo a un artículo del obispo Evelio Menjivar —nacido en El Salvador—, preguntando: “¿No ves el sufrimiento? ¿No te remuerde la conciencia? ¿Cómo puedes quedarte callado?”.
As Trump & Bukele use Oval to Feds´ illicit deportation of a US resident (https://t.co/t80iDMbBKf), once an undoc-ed Salvadorean himself, now-DC Aux +Evelio asks, “Do you not see the suffering? Is your conscience not disturbed? How can you stay quiet?” https://t.co/jTradMfr0v
Robert Prevost es ahora el papa León XIV. Es de origen estadounidense, pero también una figura de la Iglesia mundial.
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León XIV saluda desde el balcón de la basílica de San Pedro.Imagen: Guglielmo Mangiapane/REUTERS
Esta elección es una sensación, aun cuando su nombre haya sido mencionado reiteradamente como posible sucesor del papa Francisco. Por primera vez, un cardenal de Estados Unidos ha sido elegido Sumo Pontífice de la Iglesia católica.
En los tiempos del presidente Donald Trump y su nuevo orden internacional, un estadounidense será su contraparte en el Vaticano. El nuevo papa, el primero que después de más de un siglo elige el nombre de León, proviene originalmente de Chicago. Allí nació el 14 de septiembre de 1955. Tras su ordenación sacerdotal, en 1982, abandonó Estados Unidos, donde nunca volvió a vivir períodos prolongados.
Director de la Orden de San Agustín
Desde 1977 pertenece a la Orden de San Agustín, a cuyo noviciado se incorporó en ese entonces. Desde mediados de la década de 1980 hasta comienzos de la del 2000 realizó diversas funciones en Perú, temporalmente como profesor de teología y finalmente como superior provincial de los agustinos en el país.
En 2001 se trasladó a Roma, donde fue prior general de la Orden de San Agustín. Allí residió en un imponente complejo arquitectónico, ubicado directamente tras las columnas de la Plaza de San Pedro.
Pero los caminos de Robert Prevost habrían de llevarlo nuevamente a Perú, a la región más pobre del país. En 2014, el papa Francisco lo nombró obispo y en 2015, obispo titular de Chiclayo.
Contactos regulares con el Vaticano
Ya en 2019 y 2020, Francisco incorporó a Robert Prevost en dos importantes congregaciones del Vaticano. Eso implicó para el obispo sostener regularmente contacto con la Santa Sede. El siguiente paso lo dio en 2023, cuando fue nombrado prefecto del Dicasterio para los Obispos, un organismo importante en la Iglesia, y presidente de la Comisión Pontificia para América Latina. En su penúltimo Consistorio, en 2023, el Papa lo hizo cardenal.
Es inusual que, tan solo cinco meses después, haya escalado al sitial más alto de la Iglesia católica. Los periódicos italianos, sin embargo, ya lo clasificaban como un candidato y lo elogiaban como un “mediador estadounidense” que, según el diario La Stampa, podría convertirse en “la sorpresa del cónclave”. Según el rotativo, Prevost conjuga “rigurosidad doctrinaria, sensibilidad pastoral y una visión misionera del Evangelio”.
Un conocedor del sistema
La elección de Prevost, sin duda, no marca un giro con respecto a la era de Francisco. En muchos aspectos, especialmente en asuntos sociales, seguirá la huella de su antecesor. Pero, en otros aspectos, se ha posicionado con mayor claridad. En el polémico tema de la ordenación de mujeres, ha advertido que la Iglesia debe ser distinta de la sociedad. Considera que la ordenación femenina no soluciona necesariamente un problema, sino que podría ocasionar uno nuevo.
Tras Bergoglio, que en no pocas ocasiones parecía un cuerpo extraño en el Vaticano y justamente era tan apreciado afuera por eso, llega ahora alguien que conoce el sistema por dentro. Un estadounidense que realmente no es un típico estadounidense. Resultará interesante ver cuán consecuentemente se mantendrá en la senda de Francisco.
Por delante está, por ejemplo, el gran proyecto del Sínodo Mundial del antecesor de León XIV. Aproximadamente un mes antes de su muerte, el Vaticano anunció -con la venia del Papa- la prolongación de este proceso reformista hasta octubre de 2028.
Una sombra sobre el pontificado
Prevost fue uno de los 55 cardenales del cónclave que estuvieron el Sínodo Mundial en octubre de 2023 y octubre 2024.
Pero, por estos días, también se habló de Prevost en otro contexto. Se lo ha acusado de encubrimiento de abusos en el Vaticano. El miércoles, poco antes de que los cardenales se reunieran en la Capilla Sixtina, la organización de origen estadounidense “Survivors Network of Those Abused by Priests” (SNAP) reiteró ante periodistas sus acusaciones contra seis destacados cardenales. Entre ellos, Prevost.
Al igual que otros cardenales, el estadounidense rechazó los reproches, sin entrar en cuestiones concretas. Peter Isely, de la directiva de SNAP, había advertido previamente de elegir como papa a uno de los que la organización acusa, indicando que el nuevo Pontífice debe por fin llevar a la práctica seriamente la “política de cero tolerancia”, proclamada por su antecesor.