
Panorama Nacional. Bávaro, Punta Cana es conocida como la principal zona turística de República Dominicana, sin embargo, en los últimos años, el crecimiento de las comunidades de “Mata Mosquito y el Hoyo de Friusa”, han acaparado la atención de muchos.
Se dice que la historia de Friusa inicia hace unas cuatro décadas, cuando Bávaro, Punta Cana empezó a convertirse en un polo turístico. Una empresa española de nombre Friusa se instaló en la zona y de allí nació el nombre.
La población surgió cuando los obreros de la construcción utilizaron el terreno para alojarse, en vivienda improvisadas de madera y zinc que luego evolucionaron a concreto y cemento.
El territorio completo de Friusa, desde el sector El Ejecutivo hasta el barrio Mata Mosquitos, es de cuatro kilómetros cuadrados y se estima que actualmente posee una población de 35,000 habitantes, en su mayoría inmigrantes haitianos ilegales.
La presencia de nacionales haitianos en la zona turística ha crecido rápidamente, algunos hasta han instalado negocios, incluso algunos han bautizado Friusa como «El pequeño Haití de Bávaro».
Gran parte de la población de estas comunidades vive en condiciones de vulnerabilidad, se mantienen de trabajos informales, la delincuencia y hasta la prostitución, situación que trae consigo desafíos en términos de integración social, acceso a servicios básicos y seguridad.
Desde hace ya varios años, la arrabalización del Hoyo de Friusa y Mata Mosquito ha llamado fuertemente la atención de muchos. Estas se consideran zonas peligrosas, especialmente Mata Mosquitos donde los ilegales haitianos han conformado una especie de fortaleza que protege bandas de delincuentes.
Muchos son los reportes de las cosas que se viven diariamente en este barrio: atracos, trata de personas, bebidas falsificadas, promiscuidad, droga, entre otros delitos, son la cotidianidad sin que las entidades del orden tomen cartas en el asunto.
Todos estos temas son los que preocupan a muchos ante la aparente inacción de las autoridades. Pues, a pesar de la gran población en condición migratoria ilegal que se observa, los agentes de la Dirección General de Migración no se ven realizando operativos, ni la Policía realizando intervenciones contra la delincuencia.
Estas razones, motivaron a la Antigua Orden Dominicana, a convocar una marcha este domingo 30 de marzo, en Friusa, en demanda de acciones por parte del gobierno.
Cientos de personas se unieron a esta manifestación que terminó con la limitación de acceso a algunos barrios a punta de piedras y bombas lacrimógenas.
El contingente policial desplegado para mantener el orden de la marcha recibió a los manifestantes con bombas lacrimógenas, aunque la entidad del orden afirma que fueron encapuchados los responsables del acto.
La marcho finalizó cerca de las 3:00 de la tarde, con un discurso Ángel Vásquez, líder del Antiguo Orden Dominicano, quien afirmó: “vinimos a demostrar que este país es de nosotros”, haciendo referencia a la gran cantidad de inmigrantes que residen en la zona.
La situación actual en Mata Mosquitos y Friusa subraya la necesidad de una atención integral de parte de las autoridades, que abordé tanto las carencias sociales como las oportunidades de desarrollo, delincuencia y sobrepoblación ilegal.
Ser detenido por error; desafío que enfrentan los dominicanos de piel oscura ante operativos migratorios

Haina-San Cristóbal-República Dominicana arrecia los operativos de deportación masiva de indocumentados, especialmente de haitianos, quienes representan el 82 por ciento de los inmigrantes en el país. Sin embargo, durante esas interdicciones “los mansos” suelen ser confundidos con “cimarrones”, sobre todo cuando son de piel oscura.
Como parte de las labores de control migratorio, que incluyen la deportación de hasta 10 mil inmigrantes en situación irregular, cada semana, la Dirección General de Migración traslada diariamente a cientos de indocumentados hasta este centro de acogida.
Sin embargo, durante los operativos muchos dominicanos suelen confundidos con haitianos, en especial si se trata de personas de piel oscura.
Es el caso de Odalis Castro, quien, de acuerdo a su esposa, Yesenia Moise, y a su hermano Placido Castro, fue detenido por agentes de Migración hace 5 días y ahora corre el riesgo de ser deportado hacia Haití, pese a tener un documento que avala como dominicano.
Las quejas de detenciones injustificadas vienen no solo de parte de dominicanos, sino de también de haitianos que denuncian tener familiares retenidos en el vacacional desde hace hasta más de una semana.
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Paúl Olien, lleva varios días esperando que liberen a sus tres hijos menores de edad, detenidos pese a tener la documentación transitoria que otorga el Gobierno a quienes se encuentran en proceso de regularización.
Una situación similar vive Fifa Cuevas, una haitiana que lleva 40 años residiendo en República Dominicana y quien hoy arriba al noveno día esperando que las autoridades dejen libre a su hermano, quien asegura también se encuentra de manera legal en el país.
Cada día es otro que se suma a la espera de decenas de haitianos y dominicanos que a las afueras del Centro de Acogida esperan la oportunidad de entregar ropa y comida a sus familiares y saber cuál será su destino.
De acuerdo a datos oficiales suman 180 mil los haitianos indocumentados devueltos a su país en los últimos 6 meses.