Expertos advierten —en conversación con Panorama — que en la ciudad corazón existe una cantidad significativa de edificaciones que son vulnerables a la ocurrencia de un terremoto de gran magnitud.
La falla tectónica Hispaniola Norte, que recorre todo el borde sur de la Cordillera Septentrional, desde la península de Samaná hasta Cabo Haitiano en Haití, evidencia una alta sismicidad con probabilidades de que en cualquier momento ocurra un temblor de tierra de gran magnitud.
Dicha falla bordea importantes metrópolis, entre la que se destaca Santiago de los Caballeros, la primera ciudad de la República Dominicana en resultar destruida a causa de la ocurrencia de un movimiento sísmico.
Expertos ingenieros y geólogos sostienen que las veces que la ciudad ha sido convertida en ruinas, con grandes cantidades de víctimas humanas y cuantiosas pérdidas materiales, se debe a la vulnerabilidad de la tierra, compuesta en gran medida por suelo arcilloso y flexible.
Los sectores ubicados desde la zona centro hacia la parte norte como Gurabo, San Francisco de Jacagua, Tamboril, Los Reyes, Los Salados, entre otros, constituyen los lugares más vulnerables a un movimiento telúrico.
Esa condición del suelo obliga a las empresas de ingeniería a utilizar criterios constructivos distintos a los que son aplicados en la parte rocosa de Santo Domingo y otras ciudades.
El geólogo Osiris de León entiende que cuando llegan los planos a las instituciones públicas, a los fines de revisión y aprobación para realizar una edificación, deben tener cuatro elementos fundamentales: ¿Qué carga sísmica está considerando?, ¿Qué respuesta sísmica de ese suelo está considerando?, ¿Cuál es la velocidad de propagación de la onda sísmica de corte en ese suelo? y ¿Cuál es la aceleración pico que el constructor espera en ese suelo?
“Cada uno de esos puntos deben ser fruto de mediciones en el lugar de construcción¨, establece el experto.
De León ve con preocupación la gran cantidad de edificaciones de múltiples niveles que han sido levantadas en las últimas décadas en las partes norte y céntrica de Santiago de los Caballeros, consideradas como las más vulnerables a la ocurrencia de un movimiento sísmico.
“En Santiago estamos viendo muchas torres. Hay que analizar esa situación muy detenidamente para establecer cuáles criterios de construcción están siendo aplicados¨, externó el geólogo.
Considera que el terremoto ocurrido el 4 de agosto de 1946, que fue de magnitud 8.1 grados en la escala de Richter con una réplica cuatro días después de magnitud 7,6, deben ser los parámetros a tomar en cuenta para determinar la resistencia de una estructura.
El geólogo alerta que una edificación alta, sin aplicar el reforzamiento del suelo adecuado, no responde a un movimiento brusco de la tierra.
Cita los ejemplos de los sismos ocurridos en México, en el 1985 y Turquía, en el 2023, donde estructuras de 10, 15 y 20 pisos construidas sobre superficies flexibles y arcillosas, como es el suelo en la Ciudad Corazón, colapsaron.
Edificaciones vulnerables
De su lado, el ingeniero Ervin Vargas explica que en Santiago existen una cantidad significativa de edificaciones que son vulnerables a la ocurrencia de un terremoto, lo que podría llevar a su colapso en caso de que se registre un terremoto de gran magnitud.
Destaca, entre ellas, la casa municipal de la Alcaldía de Santiago de los Caballeros, el edificio de la avenida 27 de Febrero del Cuerpo de Bomberos, el elevado de la avenida Salvador Estrella Sadhalá y la edificación central del Hospedaje Yaque.
Además, establece que el 75 por ciento de las edificaciones escolares se han señalado con vulnerabilidades sísmicas de pisos suaves y columnas cortas. Identifica centros educativos como el Ulises Francisco Espaillat y el politécnico México con fallas estructurales graves.
Una edificación que fue identificada en la lista de obras vulnerables a una sacudida sísmica es el Hospital Regional Universitario Doctor José María Cabral y Báez. Ese centro de salud fue sacado del listado tras ser sometido a un proceso de reforzamiento estructural.
Osiris de León sugiere que las estructuras de todas las escuelas y los centros hospitalarios periféricos de Santiago sean reforzadas con fibra de carbono, acero y hormigón, tal como se hizo con el hospital Cabral y Báez.
“Cada estructura hospitalaria de Santiago, pública o privada, tiene que pasar por un proceso de revisión exhaustiva de su comportamiento ante un posible terremoto¨, señaló.
Recuerda que las personas que resulten heridas ante una eventual catástrofe serán llevadas a un centro de salud, mientras que los damnificados serían alojados en los planteles escolares.
Estudios del ONESVIE
Diversos estudios realizados por la Oficina Nacional de Evaluación Sísmica y Vulnerabilidad de Estructura y Edificaciones (ONESVIE), una institución estatal que está llamada a velar por la mitigación del riesgo sísmico de las infraestructuras, revelan que en Santiago hay una cantidad considerable de construcciones que presentan algún grado de vulnerabilidad sísmica.
Sin embargo, los acuerdos de confidencialidad suscritos entre los funcionarios de dicha institución y los propietarios de los inmuebles evaluados impiden que sean identificados.
“Tenemos informaciones generales en cuanto a las edificaciones informales de nuestro país, que es un número bastante elevado y llama mucho a la atención¨, apunta Galvy Núñez, director regional de ONESVIE.
¨Hay instituciones públicas y privadas que manejan cierto grado de discreción, por lo que se firman estos acuerdos¨, señala.
Expresa que estos estudios sirven para motivar a la ciudadanía y a las instituciones a evaluar sus edificaciones.
El funcionario explicó en qué consisten los estudios realizados para determinar la debilidad de un edificio.
¨Se hacen extracciones de concreto para llevarlos al laboratorio, donde se mide su resistencia y se hacen modelaciones a través de software informáticos de ingeniería, donde uno pueda simular el comportamiento del edificio ante un terremoto¨, detalla el funcionario.
Añade que a través de este estudio se puede determinar si el edificio amerita un reforzamiento para que pueda comportarse adecuadamente ante la ocurrencia de un terremoto.
Mito sobre el tema sísmico
Tanto Osiris de León como Ervin Vargas, al conversar por separados con el equipo de Panorama, coinciden al plantear que la población tiene un tabú cuando se trata el tema de las altas posibilidades de que, en el país, especialmente en Santiago de los Caballeros, se registre un temblor de tierra de gran magnitud.
¨Se entiende que hablar de la sismicidad es llevar temor y pánico a la sociedad¨, lamenta Osiris de León al tiempo que expresa la necesidad de que en las escuelas incluyan una asignatura obligatoria sobre riesgo sísmico, para que los niños aprendan qué es un temblor, cómo se produce y qué deben hacer cuando se registra un evento de ese tipo.
¨Eso debe ser parte de la carga curricular escolar a nivel primario, secundario y universitario¨, considera el geólogo.
De su lado, Vargas sugiere a las autoridades preparar a la población para que sepa qué hacer antes, durante y después de una catástrofe.
Indica que las instituciones gubernamentales y las autoridades municipales disponen de todos los estudios científicos para poder entender el riesgo sísmico, la peligrosidad y vulnerabilidad existente, ¨lo que podría suceder y que capacidad y debilidades disponemos para poder enfrentar la gran realidad del terremoto esperado».
“Las autoridades gubernamentales y municipales tienen que acelerar su gestión de resiliencia, pues al día de hoy solo existe en teoría y en bosquejo, no así físicamente en donde todos los actores asuman sus responsabilidades y se conviertan en ángeles guardianes de la población con reducidos y escasos conocimientos de nuestra realidad sísmica¨, refiere el ingeniero.
Medidas preventivas
Debido a los riesgos sísmicos que tiene la provincia Santiago, desde la Defensa Civil afirman que mantienen un programa permanente de capacitación y orientación a la población sobre cómo reaccionar ante la ocurrencia de un sismo.
El director de la institución de socorro en Santiago, Francisco Arias, informó que desde el organismo realizan periódicamente simulacros de terremotos en escuelas, colegios, instituciones estatales y empresas privadas.
El socorrista resalta que la simulación de un evento de esa naturaleza les permite reforzar el proceso de evacuación, primeros auxilios y recuperación física de una persona lesionada.
Francisco Arias aboga para que todo santiaguero sepa cómo actuar ante una eventualidad de esa naturaleza.
“Nosotros le llamamos la atención a la población de que nos pueden contactar para capacitarlos y enseñarles cómo actuar ante, durante y después de un sismo. Esa es la función nuestra como socorrista¨, apunta Arias.
Respuestas a catástrofes
La Defensa Civil de Santiago cuenta con la unidad de búsqueda y rescate en estructuras colapsadas.
El director provincial del organismo asegura que esa división está capacitada con técnicas y destrezas necesarias para buscar, ubicar, estabilizar y extraer víctimas atrapadas en edificaciones colapsadas o espacios confinados, utilizando los procedimientos adecuados y seguros, tanto para el personal de rescate como para los afectados.
“Santiago cuenta con los mejores técnicos en estructuras colapsada”, resalta el director provincial de la institución, quien además asegura contar con las herramientas necesarias para dar respuestas a una eventualidad de ese y cualquier otro fenómeno natural.
Esa unidad ha sido puesta a prueba en eventos como el derrumbe del edificio que alojaba una mueblería en La Vega.
Precedentes sísmicos
Al menos seis terremotos de gran magnitud han sacudido a Santiago en los más de 500 años de fundada que tiene la ciudad.
Entre los movimientos sísmicos más importantes que han afectado a esa urbe, el historiador Edwin Espinal Hernández destaca el ocurrido el 2 de diciembre de 1562. Ese evento destruyó la ciudad en su asentamiento en Jacagua y obligó su traslado al lugar actual, al pie del cerro del Castillo y orillas del río Yaque del Norte.
Cita otros eventos ocurridos en 1747, 1751, 1755 y 1783, los cuales afectaron las estructuras de la iglesia parroquial ubicada donde hoy está la Catedral Santiago Apóstol El Mayor y del convento de Nuestra Señora de la Merced, situado en la esquina de las calles Del Sol y España.
Otro movimiento telúrico de gran magnitud fue el ocurrido el 7 de mayo de 1842. El sacudión destruyó toda la arquitectura colonial.
¨Por eso en Santiago no hay estructuras coloniales¨, refiere el historiador.
Dice que los archivos históricos hacen referencia a que el sismo fue tan terrible que derribó los edificios que resistieron el terremoto de 1751.
Agrega que los registros refieren que se encontraron huellas más de cincuenta años después. En 1895, cuando se abrían las zanjas para la zapata del Palacio Consistorial, frente al actual parque Duarte, quedó al descubierto uno o varios esqueletos con restos de insignias masónicas. Se hallaron contiguos a un inmueble colindante, propiedad de la familia Valerio. Se supuso entonces que correspondían a víctimas del terremoto, pues según la tradición, aquel ocurrió mientras los masones celebraban una tenida en su logia, instalada en el edificio del Ayuntamiento, que se erigía en ese mismo lugar. Espinal Hernández añade que en 1913, cuando se hacían excavaciones para colocar las tuberías del primer acueducto de la ciudad, en la actual calle España, entre las calles Del Sol y General Cabrera, encontraron también restos humanos, que se atribuyeron a la familia de Francois Nuezí, compuesta por tres hijos y sus padres, quienes perecieron aplastados por las paredes del convento de Nuestra Señora de las Mercedes, que ocupaba la manzana comprendida entre las actuales calles Del Sol, España, General Cabrera y Duarte.
Origen de un terremoto
Un terremoto se produce con el movimiento de las placas tectónicas que rozan o chocan, se presionan entre sí y generan una gran cantidad de energía que provocan sismos de gran magnitud.
Cómo enfrentar el sismo
Ante un eventual temblor de tierra, la Defensa Civil recomienda tener preparado un plan de emergencia, con una ruta de evacuación diseñada en los hogares, centros de trabajo y las escuelas.
Asimismo, sugieren ubicar un lugar seguro, donde se pueda agachar en el interior del inmueble, colocando las manos y rodillas en el suelo. Esa posición previene que se caiga y le permite moverse en caso de que sea necesario.
Exhortan colocarse junto a un mueble o una cama para evitar que el posible colapso de una pared le caiga encima.
Si es necesario evacuar el lugar, el organismo pide abstenerse de utilizar ascensores y colocarse próximo a las ventanas.
Para cuando termine el movimiento sísmico, sugieren tener establecido un lugar seguro donde se puedan reunir.