Reportaje

República Dominicana siempre ha tenido un contacto directo con diversos tipos de drogas por ser en puente estratégico del Caribe, desde donde se distribuyen los grandes cargamentos hacia el continente europeo y países desarrollados como lo es Estados Unidos. Sin embargo, una en específico acapara desde comienzos de este año toda la atención de las autoridades antinarcóticos por su repentina presencia en el territorio, conteniendo componentes que someten a quienes la utilizan en un proceso de adición inmediata.

Esta es la 2CB, más conocida como “Cocaína rosa” o “el tusi”, que, además de tener vinculación con el fentanilo, integra la lista de estupefacientes incautados por los organismos de seguridad en los meses que han transcurrido de este 2024.

Más que ser cualquier alucinógeno, está droga sintética es diferenciada por su alto costo, haciéndola exclusivamente para sectores de la sociedad que ostentan una capacidad económica superior o como lo describen los consumidores y suplidores: Está se ha convertido en “la droga de los ricos”.

Con un precio constante de 100 dólares estadounidenses, equivalente en la actualidad a más de 6,000 pesos dominicanos, los ciudadanos que se encuentran sumergidos en el mundo de las drogas y los vicios se ven limitados al momento de adquirirla, por lo que solo deja su aparición a escenarios no tan comunes, ni abiertos de la sociedad.

“Es una droga súper adictiva. El consumo de esta no se ve en los barrios, ni gente de poca economía, mayormente se ve en sitios de alto nivel, bares y discotecas. Personas que son pudientes porque, por su precio, no es todo el mundo que consigue para ingerirla. Esta es la droga de los ricos”.

Estas son las declaraciones de tres antiguos consumidores que se encuentran desde hace meses y, en algunos casos, años en los programas de Hogar Crea Dominicano, tratando de dejar en el pasado las drogodependencias generadas por este conjunto de fármacos.

Los hombres, de diversas edades, prefirieron no exponer su identidad. Es por esta razón que utilizamos seudónimos.

A pesar de conocerla en tiempos de vida diferentes y con experiencias muy particulares, la historia de estos antiguos clientes converge cuando se habla de “el tusi”.

Compartieron diversos aspectos necesarios que le permitieron ser parte del escenario donde se encuentra el polvo rosado: Fiestas de difíciles accesos conformadas para los que no tienen precariedades económicas o rodearse de personas que tengan estas cualidades.

Gastando el dinero de sus padres

Tal es el caso de Juan, quien, con alrededor de 22 años de edad, pertenecía a un círculo social “exclusivo”, al que no cualquiera tenía acceso. Este segmento de la población es denominado como “popis”.

“La droga real se mueve en la clase media y alta, que son las fiestas de música electrónica. Es ahí donde se mueve todo eso y se encuentran ese tipo de gente”, dijo.

Juan de 25 años explicó que generaba relaciones de amistad con otros jóvenes por medio de los mismos gustos en las drogas que ingerían o, en este caso, inhalaba.

“Éramos popis, era gente que nos conocíamos en los ´´partys´´ y formábamos lazos a través de las sustancias”, expresó.

Reafirmando las versiones de informes médicos que la catalogan como una sustancia significativamente causante de dependencia, Juan contó cómo pasó, en un periodo reducido de comprar tan solo medio gramo, hasta involucrarse con fabricantes para obtener más cantidades a menor costo.

“Cuando empecé con el tusi eran pocas porciones porque es una droga fuerte, pero uno va creando dependencia. Al inicio compraba medio gramo, con eso podía durar una fiesta y hasta dos. Pero después, tenía un amigo que cocinaba junto a otros la droga, yo aportaba y me daban un poco más”, detalló

Precisamente sus amistades eran colombianos, uno de los principales países que envían alijos al país, incluyendo cocaína, que luego se convierte en tusi.

Sin haber terminado la universidad por el vicio, Juan disponía de recursos financieros producidos por sus padres que le servían para la compra.

“Marihuana, dietilamida de ácido lisérgico (LSD), Poppers, hongos alucinógenos…”, estás fueron los químicos y elementos naturales que probó Juan desde los 12 años, después haber recibido, según aseguró, malas influencias por personas con las que convivía en su juventud.

“Pusher”, distribuidores de clase alta

Mientras en las barriadas de las principales provincias del país existen puntos establecidos en los que se vende directamente a los consumidores, en el centro de las metrópolis, Santiago de los Caballeros, Distrito Nacional y Punta Cana, existen los “pushers”.

Estos son los que tienen dentro de sus productos “el tusi de calidad” y quienes lo llevan a las manos de los compradores.

Así lo explicó Pedro, un portero que trabaja en una de las discotecas situada en la avenida Abraham Lincoln, edificada específicamente por uno de los grandes narcotraficantes del país durante los últimos 10 años, Cesar Emilio Peralta, reconocido con su alias “Cesar el abusador”.

“El tusi no se consigue en todos los puntos de drogas, eso son los pushers, los demás son solo muchachos de mandados en los puntos droga”, declaró.

Estos mismos repartidores entregan marihuana sintética a los jóvenes en las universidades y los colegios privados situados en el polígono central de la capital. La información fue confirmada por algunos estudiantes universitarios que no quisieron exponer su identidad.

Pedro, asiduo usuario de las drogas, conoció el tusi por primera vez cuando, también, un amigo colombiano se la presentó en el referido comercio. Ahí fue donde visualizo a “los pudientes”.

“Allá se veía mucho el tussi porque era un lugar de la alta, donde iban los hijos de los popis…  Tú no sabes la cantidad de hijos de personas reconocidas que la usaban allá”, manifestó.

Hoteles en Bávaro

Por último, se encontraba Luis, quien, con 45 años de edad, recibió hace dos años una invitación para verificar el impacto de “el tusi”.

Trabajando en un hotel en Bávaro, provincia La Altagracia, conoció varios huéspedes que por diferentes razones lo llevaron a acompañarlo en el momento del consumo.

El precio en esta zona turística oscilaba a finales de 2022 entre 2,500 y 5,000 pesos, de acuerdo con los datos que reveló.

 Sensaciones y efectos secundarios

“Uno siente dilatación de las pupilas, alucinaciones, perdida del sueño, causa estado de pánico en ciertos momentos y suele tener una duración de, aproximadamente, 45 minutos”, indicó Luis.

Para él, “el tusi” es algo que no se puede combinar con ningún otro represor del sistema inmune del cuerpo humano, porque podría provocar la paralización del corazón.

“El tusi no es algo que tú conjugues con otras cosas.  Eso puede causarte hasta un infarto. Es algo inexplicable”, acotó.

Reveló que fueron esas fuertes sensaciones los que le hicieron respetarla y tomarle miedo, regresando a las drogas que estaba acostumbrado.

 «En una semana la usé como tres veces, pero le cogí miedo por la reacción y los efectos secundarios, no me gusto. He usado marihuana, cocaína, éxtasis, pastillas, percoset… No me había topado con algo tan fuerte porque el tusi te saca del mundo real”, precisó.

Llegada a barrios

Esta diversificación de “el tusi” tiene como consecuencia el surgimiento de nuevos lugares para su compra. Uno de estos es el sector Ensanche Capotillo, en la calle “42”. Es aquí donde la venden a menor precio por el fentanilo y otros elementos que contiene.

“Iba a Capotillo a comprar droga cocaína normal y marihuana, y ahí la vi que la estaban vendiendo en alguno 3,300 pesos el gramo. Eso hace alrededor de 10 meses”, aseveró Pedro.

Mezcla de “el tusi” con fentanilo

Según afirmaron los entrevistados, inclusive representantes de Hogar Crea Dominicano, “el tusi” está siendo ligado en sectores más empobrecidos con el fentanilo para garantizar que la cantidad tenga una mayor capacidad. Asimismo, que estos puedan tener un efecto más fuerte.

“La están ligando con el fentanilo porque potencia la droga y tiene la capacidad de cortarla. Con un poco de fentanilo tú puedes infectar muchísima cantidad de droga”, dijeron de manera unificada los consultados.

Establecieron que los usuarios perciben una secuela totalmente diferente, debido a los productos junto al fentanilo que son preparados en fábricas locales.

“Aquí hay laboratorios en diferentes lugares, donde hacen pastillas, ligan el tusi con el fenta y aumentan la cantidad, reduciendo así su calidad. Por eso es que en algunos casos la venden tan barata”, acotó Pedro.

Este proceso ilícito es realizado por los microtraficantes que se encuentran en las principales ciudades del territorio nacional. Tal es caso de Santiago de los Caballeros, el Distrito Nacional, y municipios de la provincia La Altagracia, como Bávaro.

“Han salido muchas drogas sintéticas que están arropando todo el mercado. Eso tiene a todos los viciosos enganchados. Hay mucha gente que andan como los “zombies” de Estados Unidos; caídos, babeando… ese es el fentanilo, que les da la misma reacción”, culminó diciendo.

A pesar de esta versión, las autoridades persecutoras del Gobierno aún no han confirmado estos datos.

Componentes del tusi y el fentanilo

De acuerdo con los estudios del Instituto Nacional de Ciencias Forenses (INACIF) y fuentes extraoficiales, “el tusi” es una mezcla de 3,4-metilendioximetanfetamina (MDMA) y Ketamina, cocaína, junto a otros componentes químicos.

Las autoridades dictaron que dentro los posibles efectos nocivos por su consumo se encuentran, riesgos de hipertermia, deshidratación, alteraciones psicológicas, problemas cognitivos, cardiovasculares, gastrointestinales y urinarios.

La ketamina genera una alta dependencia, pudiendo causar pérdida de control de actos e incluso pérdida de memoria por varias horas.

Además, prevén casos de sobre sedación, úlceras en la piel, hipotensión, infecciones, hipoglucemia, amnesia, bradipnea (frecuencia respiratoria anormalmente baja), bradicardia (frecuencia cardíaca anormalmente baja).

Mientras que el fentanilo es un opioide sintético con efecto similar a la morfina. Este puede ser “hasta 50 veces más potente que la heroína y más de 100 con relación a la morfina», de acuerdo con estudios internacionales.

Más de 4,000 gramos de “tusi”

El Consejo Nacional de Drogas (CND), a través del Sistema de Alerta Temprana de la República Dominicana (SAT-RD) emitió el pasado 17 de enero una alerta sobre la detección en la región este del “Tucibi”.

Meses después, el 24 de septiembre, el Gobierno fue elegido por la Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU) para encabezar, junto a Bélgica, la lucha contra las drogas sintéticas.

Sobre el tusi, la Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD) ha incautado cerca de 4,500 gramos desde que inició el año.

Precisamente el día de conmemorar la creación de la DNCD pasado 29 de mayo, el presidente, vicealmirante José Cabrera Ulloa, informó la detección e incautación en los últimos cuatro años de más de 26 millones de gramos, como parte de las distintas drogas intervenidas.

Droga ¨tusi¨ y el crimen de la venezolana asesinada en Piantini

Droga Tusi y caso de Yenny Carolina Pérez Canelón
COMPARTIR

Las autoridades del Consejo Nacional de Drogas informaron la tarde de este martes la presencia de la denominada cocaína rosada «tusi» o «nexus» en el país. Esta droga fue una de las evidencias encontradas en la escena del crimen de la joven venezolana Yenny Carolina Pérez Canelón, asesinada por el italo-colombiano Michael Saba en la Torre Refa del Ensanche Piantini.

Noticia relacionada: Alerta en República Dominicana por la presencia de «Tusi», cocaína rosada

Según los miembros del Ministerio Público, la Policía Nacional (PN) y el Instituto Nacional de Ciencias Forenses (INACIF), en el lugar de los hechos se encontraron un bulto y una maleta de color negro, tres cuchillos de diferentes dimensiones, un arma de fuego tipo pistola marca Glock con un switch y un dispositivo silenciador. Además, se hallaron varias porciones de un polvo rosado presumiblemente «tusi», una caja de pastillas de Diazepam, un juego de esposas marca Street Wise y una mochila de color negro marca Guess, que contenía en su interior una soga.

Dada la descripción de la peligrosa droga y sus efectos, esto plantea la posibilidad de que el presunto asesino haya estado bajo la influencia de estupefacientes. A quien el fiscal Luis Tavárez, comparó con el ¨Chamán Chacra¨. El joven que asesinó su pareja y tres hijos en el barrio Enriquillo.

Loading