El día en que mataron a Mamá Tingó, los campesinos de Hato Viejo habían asistido al tribunal de Monte Plata donde se conocía el caso, pero la causa fue reenviada porque el terrateniente Díaz Hernández no compareció a la audiencia.
República Dominicana.-Este primero de noviembre se conmemora el 50 aniversario de la muerte de Florinda Soriano Muñoz, mejor conocida como Mamá Tingó.
La heroína campesina que había nacido en Villa Mella el 8 de noviembre del 1921, fue bautizada en la parroquia Espíritu Santo el 6 de noviembre de 1922 y quedó huérfana a los cinco años, siendo criada por su abuela Julita (Niní) Soriano. El mes de noviembre estuvo presente en su nacimiento, su bautismo y su lamentable muerte.
La activista y defensora de los derechos de los campesinos fue asesinada el primero de noviembre de 1974, en los inicios del tercer gobierno de la denominada Era de los 12 Años del doctor Joaquín Balaguer, defendiendo las tierras que, junto a otros campesinos, cultivaba en la comunidad Hato Viejo, en Yamasá.
La líder campesina nació y creció en el seno de una familia de bajos recursos económicos y se casó en 1951 con un campesino de nombre Felipe Antonio Muñoz, con quien procreó diez hijos, siete de los cuales sobrevivieron.
Tras la muerte de Felipe, Mamá Tingó siguió trabajando la tierra junto a sus hijos y posteriormente se casó con Jesús María de Paula, otro campesino, amante del cultivo de la tierra.
Con el argumento de que había adquirido la tierra que ocupaban campesinos de Hato Viejo, a principios de 1974 el terrateniente y contratista de obras del Estado, Pablo Díaz Hernández, reclamó la propiedad de los terrenos, puso alambradas, colocó hombres armados y ordenó la destrucción de los sembradíos de los campesinos, quienes llevaron el caso a la justicia.
El día en que mataron a Mamá Tingó, el primero de noviembre de 1974, los campesinos de Hato Viejo habían asistido al tribunal de Monte Plata donde se conocía el caso, pero la causa fue reenviada porque el terrateniente Díaz Hernández no compareció a la audiencia.
Los reportes de la época señalan que, al regresar a su casa, Mamá Tingó se enteró de que Ernesto Díaz (Alias Durín), capataz al servicio de Pablo Díaz Hernández, había cortado las amarras de los cerdos que criaba la líder campesina en los terrenos que defendía, lo que aprovechó Durín cuando ella fue de nuevo a amarrarlos, para dispararle con una escopeta, hiriéndola en la cabeza.
Cuenta la historia que Mamá Tingó, aún herida, guapa como una fiera, se enfrentó con un machete a Ernesto Díaz, pero otro disparo le destrozó el pecho, provocándole la muerte de forma inmediata.
El día de su sepelio todo el pueblo fue militarizado y durante el velatorio la humilde casa de Mamá Tingó y su familia permaneció rodeada de agentes de la Policía.
Pocos meses después el asesino de Mamá Tingó, Ernesto Díaz -Durín-, salió de la cárcel en libertad bajo fianza, en un juicio donde alegó defensa propia.
Presionado por la reacción social de condena contra el crimen, el doctor Joaquín Balaguer declaró de utilidad pública los terrenos reclamados por el terrateniente Pablo Díaz, ordenando su expropiación para entregarlos a los campesinos como parte de los asentamientos de la reforma agraria, pero nunca se les proveyó de títulos definitivos.
Transcurrieron 43 años de la muerte de Mamá Tingó para que el Estado le reconociera a los campesinos y sus descendientes la propiedad de los terrenos.
https://gobiernodanilomedina.do/noticias/mama-tingo-en-el-cielo-esta-hoy-contenta
El 27 de abril del 2017, el presidente de la República, Danilo Medina, entregó los títulos definitivos a los parceleros del Distrito Municipal Mamá Tingó, el nombre que en honor a la líder campesina asesinada se le colocó a la comunidad Hato Viejo.
Una heroína casi olvidada, medio siglo después de su asesinato, Mamá Tingó enfrentó con valentía los terratenientes de la época y junto a sus compañeros de la Federación de Ligas Agrarias Cristianas –FEDELAC-, lograron que más de 300 familias campesinas de Yamasá conservaran las tierras donde siempre trabajaron.
A 50 años de su muerte, Florinda Soriano Muñoz sigue siendo un referente en la lucha de los campesinos por el acceso a la tierra y un ejemplo de la mujer rural que trabaja de sol a sol para progresar.
Mamá Tingó tiene su estatua y en el Metro una parada
Son muy populares las composiciones musicales Mamá Tingó, escrita por Yaqui Núñez del Risco, interpretada por Johnny Ventura; Salve pa’ subir la voz, del Grupo Convite; Mamá Tingó, de Luis -El Terror- Días, y Homenaje a Mamá Tingó, de la intérprete Blanka Paloma.
República Dominicana.-En las últimas cinco décadas, desde aquel horrendo crimen que segó la vida de Florinda Soriano Muñoz, el primero de noviembre de 1974, Mamá Tingó ha recibido los más variados homenajes póstumos, como una forma de la sociedad dominicana reconocer sus aportes a la lucha de los campesinos por el derecho a cultivar la tierra.
En noviembre del 2014, cuarenta años después del asesinato de Mamá Tingó, la Cámara de Diputados aprobó a unanimidad una resolución que reconoce de manera póstuma a la líder campesina; proyecto que fue sometido por el entonces presidente de la Cámara Baja, Abel Martínez Durán.
En su segundo considerando, la resolución destaca «los valores democráticos y cristianos que impulsaron a Mamá Tingó para luchar por los derechos de los campesinos, el derecho a la alimentación, la justicia social y por la libertad.
“La Cámara de Diputados recuerda y recordará el día primero de noviembre de 1974, como una mancha indeleble en la tierra y en la historia de la Nación dominicana; y, por tanto, condena, ahora y para siempre, este abominable crimen”, expresa el cuarto considerando de la citada resolución.
Otro homenaje de recordación a Florinda Soriano lo constituye la primera estación del metro de Santo Domingo en Villa Mella, la cual lleva el nombre de Mamá Tingó.
En su honor, en el 2010, la sección Hato Viejo se convirtió en el Distrito Municipal Mamá Tingó, mediante la Ley 47-10, y en el 2012, La Junta de ese Distrito Municipal construyó un monumento en reconocimiento a la mártir de su pueblo.
En el 2016, el Tribunal Constitucional también rindió homenaje póstumo a Mamá Tingó.
En el 2019, El Instituto Agrario Dominicano (IAD) creó el nuevo asentamiento campesino AC-Mamá Tingó, en la comunidad El Calvario, en Monte Plata, donde se hizo entrega de tierras a 1,950 productores agropecuarios.
En el 2020, la Administradora de Estancias Infantiles Salud Segura celebró el XV Festival Patriótico dedicado a Florinda Soriano, y el Ministerio de Educación incluyó la fecha natalicia de Mamá Tingó en el calendario escolar 2021-2022, en el apartado sobre las efemérides y celebraciones del mes de noviembre.
Por todo el territorio dominicano, decenas de escuelas llevan su nombre, como son el Centro Educativo Mamá Tingó, en Punta de Villa Mella; Escuela Básica Mamá Tingó, en Higüey; Escuela Primaria Mamá Tingó, en Pantoja; Escuela Primaria Mamá Tingó, en El Higuero del Municipio Santo Domingo Norte; Escuela Florinda Soriano, en Yamasá, y La Escuela Florinda Soriano (Mamá Tingó), en Valle Encantado de Los Alcarrizos.
La lucha social de Florinda Soriano alcanzó tanta dimensión que hasta el sector Salud ha decidido inmortalizar su legado, colocando su nombre a una gran cantidad de centros sanitarios, como son El Centro de Diagnóstico Mamá Tingó, en Villa Mella; Centro de Salud Mamá Tingó, en Higüey; Centro de Salud Mamá Tingó, en La Yagüita de Pastor, en Santiago; Centro de Atención Mamá Tingó, en El Carril de Haina; y la Unidad de Atención Primaria Mamá Tingó, en Sabaneta.
Los campesinos y campesinas en todo el país también han honrado a su heroína, “bautizando” con su nombre innumerables agrupaciones, como son la Federación de Campesinos Independientes Mamá Tingó y Federación de Mujeres Mamá Tingó, en Yamasá, Confederación Campesina Florinda Soriano Muñoz, en La Vega; Cooperativa de Productores de Pimienta Mamá Tingó, en Monte Plata; Asociación Mamá Tingó, en Vallejuelo, y Centro de Madres Mamá Tingó, en Cenoví.
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La Confederación de Mujeres Campesinas (CONAMUCA), cuando se fundó en 1986 asumió a Mama Tingó no sólo como referencia del movimiento campesino, sino también como un referente del movimiento feminista.
El mundo del arte no se ha quedado atrás y también se suma a los homenajes póstumos que ha recibido la mártir campesina, exaltando una lucha que trasciende las fronteras dominicanas, como son el Musical Tingó, del dramaturgo Antonio Melenciano, la obra de teatro Mamá Tingó, escrita y dirigida por Clara Antigua, y el monólogo La Tierra es de Nosotros, escrito y llevado a escena por Carlota Carretero.
También, “Mamá Tingó, el símbolo del campo”, un documental elaborado por América Views Network; y el cortometraje Tingó, de Alfa Films.
Son muy populares las composiciones musicales Mamá Tingó, escrita por Yaqui Núñez del Risco, interpretada por Johnny Ventura; Salve pa’ subir la voz, del Grupo Convite; Mamá Tingó, de Luis -El Terror- Días, y Homenaje a Mamá Tingó, de la intérprete Blanka Paloma.