El hallazgo ocurrió en febrero pasado pero recién ahora se conocieron los macabros pormenores. Varias partes del cuerpo fueron “trituradas” con una batidora de mano y disueltas en un químico.
Kristina Joksimovic, una ex-finalista de Miss Suiza, fue encontrada decapitada y desmembrada en su propia casa, cerca de Basilea. El trágico hallazgo fue realizado por su propio padre, quien descubrió la cabeza de su hija en una bolsa de plástico en el cuarto de lavado, mientras los hijos pequeños de Joksimovic jugaban en la habitación contigua.
El macabro hallazgo se produjo el 13 de febrero, después de que los padres de Joksimovic comenzaran a preocuparse por su bienestar, pero recién ahora se conocieron los detalles. De acuerdo con The Independent, su padre inició la búsqueda en la casa tras notar que su esposo, identificado como Thomas en los medios locales, alegaba desconocer su paradero.
Según Swiss media FM1 Today, de acuerdo con el informe de la autopsia, el cuerpo fue desmembrado en el cuarto de lavado con una sierra de calar, cuchillos y podaderas. Además, se informó que varias partes del cuerpo fueron “trituradas” con una batidora de mano y disueltas en un químico.
Los padres de Joksimovic se alarmaron por primera vez cuando la guardería local, donde asistían sus nietos, les informó que su hija no había recogido a los niños. Al llegar a la casa familiar, Thomas supuestamente les dijo que no sabía dónde estaba y afirmó que “a veces se iba de repente”. Sin embargo, tras varias horas sin rastro de ella, y después de preparar la cena y acostar a los niños, el padre de Joksimovic volvió a la casa con su esposa y descubrió la macabra escena.
Mientras tanto, Thomas fue arrestado después de que el padre de Kristina saliera “gritando” y pidiera a un transeúnte que llamara a la policía. Actualmente, está en juicio y ha tenido una apelación para su liberación denegada por el Tribunal Federal de Suiza, después de admitir haber matado a la ganadora de Miss Noroeste de Suiza 2007, con quien tuvo dos hijos.
El informe forense indicó que Kristina Joksimovic murió por estrangulamiento y que su cuerpo mostraba signos previos de trauma contundente. Las investigaciones en curso han encontrado “indicaciones concretas de enfermedad mental” en Thomas, quien afirma haber actuado en defensa propia.
Cómo fue la reacción de los allegados ante el crimen
Sin embargo, los fiscales han argumentado que Thomas mostró una “falta de empatía y sangre fría después de matar a su esposa” y tratar de encubrir el asesinato. Un amigo de la familia declaró a MailOnline: “La última semana, en particular, ha sido realmente dura para nosotros, sus amigos, después de que estos terribles detalles salieran a la luz en el juicio. Desde que murió, simplemente hemos estado funcionando, y tenemos momentos en los que lo único que podemos hacer es llorar.”
La comunidad local y los amigos de la familia están de luto y conmocionados por la brutalidad de los hechos. Los detalles escalofriantes del caso y el comportamiento extraño de Thomas después del asesinato han suscitado un debate sobre cómo las enfermedades mentales y la violencia doméstica pueden pasar desapercibidas, causando tragedias devastadoras.
En palabras de unos amigos de la familia a MailOnline, el descubrimiento fue devastador: “Para horas, él pretendía que nada estaba mal, charlando con su padre y haciendo la cena para todos antes de acostar a los niños.” Esta aparente normalidad aumentó el shock y el horror cuando finalmente se descubrió la verdad.
La conmoción fue total, no solo en los tribunales, sino en todo Suiza. La comunidad que había admirado a Kristina quedó devastada. Excompañeras de la exmodelo, incluida la Miss Suiza 2006, Christa Rigozzi, expresaron públicamente su dolor y shock por el trágico desenlace. “No tengo palabras, estoy devastada”, escribió Rigozzi en redes sociales, una muestra de la incredulidad que envolvía a todos los que habían conocido a Kristina. En Instagram, decenas de comentarios comenzaron a acumularse bajo las últimas publicaciones de la fallecida, en las que se la veía feliz y sonriente, ajena al horror que se avecinaba.