Panorama Nacional. -El día de la Virgen de las Mercedes fue un día trágico hace 54 años. Sucedió que el 24 de septiembre de 1970 asesinaron a Amín Abel Hasbún, un genio de los estudios y un gran talento político, revolucionario inquieto y comprometido con su pueblo.
Él había participado en la trama para secuestrar al coronel Crowley, el agregado militar de la Embajada de Estados Unidos, quien fue raptado por un comando del Movimiento Popular Dominicano (MPD). En ese dramático rapto se involucraron Otto Morales y otros dirigentes del MPD, quienes capturaron a Crowley para canjearlo por presos políticos de esa organización revolucionaria.
En la víspera habían aniquilado, por error, a un joven muy parecido a Amín Abel. Erraron el tiro, se equivocaron picándole cerca a su verdadero objetivo. Y así fue como al día siguiente acertaron. Ese día, el 24 de septiembre, estaba Amín Abel con su esposa Mirna Santos, embarazada, y su hijo Ernesto Van Troi.
Él había regresado de La Romana, a donde había pasado unos días ocultándose para cuidar su pellejo. La situación estaba muy caliente: las fuerzas del balaguerismo estaban buscando sin parar a los secuestradores de Crowley.
Tocan con insistencia la puerta de su casa, en Villa Juana. El alba ha anunciado las 6 de la mañana. Mirna tiene un mal presentimiento. La criatura que lleva dentro se sobresalta, sacude fuerte sus entrañas. Abre. Entra el fiscal Tucídides Martínez (hermano de Orlando Martínez), y le siguen el capitán Estrella y otros agentes. Tucídides le dice que todo va a salir bien, y que a su esposo nada le pasaría. Mirna le dice que han venido a por él, que están apretadamente rodeados. Amín se asoma: por doquier hay policías al acecho, así que no puede escapar. El cordón policial es asfixiante a esa primera hora del día.
De repente, Tucídides se pone nervioso, le dice que debe retirarse. En la sala, con su pequeño Ernesto en brazos, Amín le replica que no se vaya, puesto que su vida quedaría sin garantía. Pero Tucídides se retira comoquiera, sale de allí. En ese momento se llevan a Amín y trancan la puerta. Mirna debe quedarse adentro, encerrada junto a sus nenes. Entonces se escuchan disparos que rasgan la mañana de ese jueves siniestro. El cuerpo sin vida rueda por las escaleras hundido en su propia sangre. El raso policial Luis Hermógenes López le ha arrancado la vida.
Tenía apenas 27 años. A esa edad ya había conquistado el título de ingeniero civil en la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), graduándose Summa Cum Laude. Había estado en la revolución de 1965, como dirigente de la Academia Militar 24 de Abril, ubicada en lo que hoy es el parque Eugenio María de Hostos. Fue secretario general de la Federación de Estudiantes Dominicanos (FED). La Facultad de Ingeniería y Arquitectura lleva su nombre.