El dictamen, que debe ser discutido y trasladado a la Cámara de Senadores para su aprobación, fue criticado por la oposición porque implicaría una “militarización” de la seguridad pública.

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La Cámara de Diputados de México aprobó este jueves (19.09.2024) la reforma del presidente, Andrés Manuel López Obrador, para ceder al Ejército el control de la Guardia Nacional y modificar el accionar de los militares en tiempos de paz, a quienes el mandatario asignó crecientes tareas en su Gobierno.

La reforma que impulsa que la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA) administre la Guardia Nacional (GN) -un cuerpo de seguridad con más de 120.000 elementos que López Obrador creó en 2019 bajo la premisa de mantenerlo civil- obtuvo 362 votos a favor, 133 en contra y sin abstenciones.

El dictamen -que ahora será discutido en lo particular en el pleno de la Cámara Baja y que pasará luego a la Cámara de Senadores para su discusión y aprobación- fue criticado por la oposición y algunos organismos por advertir que se lleva a cabo una “militarización” de todos los ámbitos del país. Lo anterior, al modificar el artículo 129 de la Constitución, que ahora limita las funciones militares en tiempos de paz, una norma que no se ha cambiado desde 1857. Asimismo, cambia el artículo 21 para eliminar la “garantía orgánica” que obliga a que las instituciones de seguridad pública sean de carácter civil.

Entre otros cambios, establece que los delitos serán investigados por el Ministerio Público, la Policía y la GN, así como que su personal tendrá origen militar con formación policial y estarán adscritos a la SEDENA y ejecutarán la Estrategia Nacional de Seguridad Pública.

“Paz y justicia” sin “militarismo”

La sesión comenzó con una serie de mociones de la diputada del opositor Movimiento Ciudadano (MC), Laura Ballesteros, y los diputados de los opositores Partidos Acción Nacional (PAN) y Revolucionario Institucional (PRI), Saúl Téllez y Víctor Palma, respectivamente, para suspender la discusión de esta reforma. Ballesteros consideró que “México quiere paz y justicia”, pero “no quiere militarismo”.

Ante esto, la diputada oficialista, del Movimiento Regeneración Nacional (MORENA), María del Rosario, insistió que la formación de los elementos de la GN será militar, “pero en cuanto a su acción y ejercicio es policial”. Añadió que “la formación y disciplina de las Fuerzas Armadas garantizan su integridad y obediencia a las autoridades civiles y su lealtad a la patria y al pueblo de México”.

Por su parte, el vicepresidente de la Cámara de Diputados, Sergio Gutiérrez Luna, de MORENA, defendió que este dictamen también faculta al Congreso para expedir leyes que regulen y establezcan requisitos y límites para la participación del Ejército, Armada y Fuerza Aérea en materia de seguridad pública.

Las labores de las Fuerzas Armadas crecieron con López Obrador, quien les asignó tareas de seguridad pública, construcción de obras de infraestructura, administración de aduanas y puertos y la dirección de empresas del Estado, como el Tren Maya y la aerolínea Mexicana de Aviación.

La Suprema Corte declaró inconstitucional en 2023 una reforma legal del presidente para militarizar la Guardia Nacional porque “las funciones de seguridad pública son de competencia exclusiva de las autoridades civiles”. Sin embargo, desde el 1 de septiembre, la alianza de partidos de López Obrador y la presidenta electa, Claudia Sheinbaum, tiene el control de más de dos tercios del Congreso, la mayoría necesaria para modificar la carta magna.

ama (efe, afp)

Supremo invalida militarización de Guardia Nacional de AMLO

18 de abril de 2023

La Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) de México declaró inconstitucional la reforma de López Obrador, para trasladar al Ejército el control de la Guardia Nacional, un cuerpo que él creó en 2019.

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Una patrulla de la Guardia Nacional de México recorre una vía de Tulum, en Quintana Roo
Una patrulla de la Guardia Nacional, un cuerpo militar creado por Amlo en 2019Imagen: Artur Widak/NurPhoto/picture alliance

El pleno de la SCJN apoyó con ocho de 11 votos el proyecto del ministro Luis González Alcántara, quien propuso invalidar la reforma que promulgó el Gobierno en septiembre de 2022 para trasladar la operación de la Guardia Nacional a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) en vez de a la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC).

El ministro argumentó que en la reforma constitucional que creó la Guardia Nacional en 2019 se establece que la administración de este cuerpo, que ahora tiene cerca de 128.000 elementos, debe estar a cargo de la secretaría encargada de la seguridad pública.

“Es fundamental optar por un entendimiento estricto y diferenciado de la seguridad nacional y de la seguridad pública o seguridad ciudadana, con base en el cual, las funciones de seguridad pública son de competencia exclusiva de las autoridades civiles”, consideró la presidenta de la SCJN, Norma Piña.

La reforma representa un revés a la estrategia de López Obrador, quien ha implementado reformas para aumentar las facultades de las Fuerzas Armadas, que han desplegado cerca de 90.000 elementos en tareas de seguridad pública antes reservadas a civiles.

Su principal apuesta para contener la violencia ha sido la Guardia Nacional, que el prometió mantener civil. Pero en 2022 envió una reforma legal para trasladar su control al Ejército al reconocer que no tenía los votos necesarios en el Congreso para modificar la Constitución.

El Ejército de México es acusado de graves violaciones de los DD.HH.

Antes de la votación de la Corte, el mandatario negó en su rueda de prensa matutina que esté “militarizando” al país al argumentar que debía ceder la Guardia Nacional al Ejército para evitar que se corrompa. “Utilizan como excusa de que se va a militarizar el país. Los que aplaudían cuando utilizaban al Ejército para reprimir al pueblo ahora están preocupados y son defensores de derechos humanos. Hipócritas”, sostuvo.

Los ministros Arturo Zaldívar, Yasmín Esquivel y Loretta Ortiz, cercanos a López Obrador, votaron en contra de invalidar la reforma al replicar los argumentos del mandatario. En particular, señalaron que, aunque la Guardia Nacional pase a manos del Ejército no se militariza porque el presidente es civil y él es el comandante de las Fuerzas Armadas. “No se puede confundir la Secretaría de Defensa Nacional con el Ejército, no son lo mismo”, señaló Zaldívar.

La reforma había causado controversia porque organizaciones civiles e internacionales han acusado al Ejército mexicano de violar derechos humanos, como en febrero pasado, cuando militares mataron a cinco jóvenes en Nuevo Laredo, en la frontera de México con Estados Unidos.

jov (efe, lajornada)

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