Santo Domingo.– El secretario de Estado de EE.UU, Antony Blinken, reconoció este viernes que la crisis por la que atraviesa Haití desde hace años repercute en todo el hemisferio occidental y se comprometió en seguir trabajando para que el deprimido país “sea exitoso».

“La situación tiene repercusión en todo el hemisferio empezando por República Dominicana, pero también en Estados Unidos”, dijo Blinken en una rueda de prensa con el presidente dominicano, Luis Abinader, en el marco de una visita oficial este viernes a la República Dominicana, que comparte con Haití la isla caribeña La Española.

El tema de Haití es “un reto y es muy complicado” porque se trata de asuntos que “se remontan a muchos años, son problemas muy arraigados”, apuntó el alto funcionario estadounidense, que ayer visitó dicha nación, donde se reunió con las autoridades de transición, anunció un aumento de la ayuda humanitaria de 45 millones y prometió trabajar durante la Asamblea General de Naciones Unidas para incrementar las contribuciones internacionales a la misión de seguridad.

Lo que sucede en ese empobrecido país “primero que nada es cuestión de necesidad humana y de interés humano porque las personas están sufriendo mucho”, dijo, para añadir que el pueblo haitiano “merece algo mejor” y que existe “el interés colectivo” de la comunidad internacional en ayudarle.

En sus declaraciones, Blinken señaló que ha habido cierto progreso en los últimos meses tras la instalación del Gobierno de transición y la llegada del contingente de soldados de Kenia, como parte de la Misión Multinacional de Apoyo a la Seguridad (MMS) para ayudar a la Policía Nacional a hacer frente a las bandas armadas que han sembrado el terror en ese país, especialmente en la capital, Puerto Príncipe.

“Nuestro futuro y destinos están unidos”, afirmó Blinken, quien reiteró que Estados Unidos llevará de nuevo el tema haitiano a la Naciones Unidas para que se renueve el mandato de la misión en octubre.

El Consejo de Seguridad de la ONU dio su visto bueno en octubre de 2023 el envío de una misión de apoyo a la Policía Nacional de Haití, en respuesta a la solicitud hecha un año antes por las autoridades del país caribeño para erradicar la violencia de las bandas armadas.

El año pasado esa violencia causó 8.000 víctimas en Haití, donde las bandas criminales han llegado a controlar un 80 % de la capital, Puerto Príncipe, así como otras zonas del país, según cifras de la ONU.

Loading