Mientras líderes internacionales condenan el ataque de Irán contra Israel, muchos iraníes están preocupados por una posible escalada del conflicto.En Irán, mucha gente está preocupada por posibles represalias israelíes.Imagen: Vahid Salemi/AP Photo/picture alliance

Los observadores se muestran preocupados por las potenciales represalias de Israel a los ataques con drones y misiles lanzados el fin de semana por Irán, y advierten que ambas partes podrían caer en una peligrosa espiral de violencia.

El general Hossein Salami, comandante de la poderosa Guardia Revolucionaria, dijo en la TV estatal iraní que Teherán había adoptado una “nueva ecuación” en la que cualquier ataque israelí contra sus “intereses, activos, funcionarios o ciudadanos sería respondido desde su propio territorio”.

Por su parte, el general Mohammad Hossein Bagheri, jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas iraníes, advirtió que la “respuesta de Irán será mucho mayor que la acción militar de esta noche si Israel toma represalias.”

Como para subrayar la posición del Gobierno, en la Plaza Palestina de Teherán fue descubierto un mural con la leyenda “la próxima bofetada será más fiera”.

“Sentimientos antiisraelíes en el ADN”

Hamed Mohammadi, un periodista iraní afincado en Berlín, señaló a DW que Irán recurre a medios militares para demostrar fuerza tras el ataque que mató a siete altos oficiales en su consulado en Damasco, que atribuye a Israel.

“Hay un sentimiento antiisraelí en el ADN de la República Islámica. Con este enfoque, el nivel de conflicto en la región ha aumentado progresivamente”, afirmó. “La reciente escalada marca una nueva fase, dando de facto a Israel luz verde para llevar a cabo más acciones de fuerza, incluso en territorio iraní”, consideró.

Entre la gente común, por otra parte, muchos parecen preocupados por la amenaza de escalada del conflicto y la posibilidad de que se produzcan ataques contra ciudades iraníes.

Este domingo, la redacción persa de DW encontrómúltiples publicaciones en redes sociales que mostraban, en las gasolineras, largas colas de personas que temen un súbito aumento en los precios del combustible. Los supermercados estaban llenos de gente comprando productos de primera necesidad, mientras la moneda iraní, el rial, cayó por un momento a un mínimo histórico en el mercado abierto frente al dólar, según el portal Bonbast, que monitorea las fluctuaciones de divisas.

Incertidumbre ante el futuro

Soroush Mozaffar Moghadam, un escritor y analista que se vio forzado a dejar el país cuando comenzaron las protestas antigubernamentales en 2022, mantuvo contacto con residentes en Irán en las horas posteriores al ataque. Indicó a DW que muchos se mostraron confusos, atemorizados, ansiosos y vacilantes.

“Entre aquellos con los que hablé, predominaba el pesimismo en torno al futuro y la incertidumbre”, señaló. A su juicio, la mayoría de los iraníes no respalda la política oficial de la República Islámica, pero se siente impotente para inducir cambios: “Una persona con la que hablé, un hombre joven, recalcó que no ve perspectivas para su futuro y cree que la mayoría de la gente no puede influir en el comportamiento agresivo del Gobierno”.

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