Madre de joven asesinado en la autopista Duarte; “¡Me lo mataron como un pajarito!”.
Aunque llegó cansado a su casa luego de terminar sus labores, Javier de Jesús Hernández, junto a su amigo Joselo Gómez, decidió ir por un vehículo para una actividad que tenía en su iglesia, sin imaginar que jamás volvería a su hogar, al caer abatido por malhechores en la autopista Duarte.
La noche del jueves, mientras los jóvenes evangélicos se desplazaban por la autopista Duarte, a la altura del kilómetro 32, fueron interceptados por antisociales supuestamente para asaltarlos, quitándoles la vida de varios disparos.
Hoy, entre el llanto y la desesperación, familiares de las víctimas reclaman justicia, afirmando que eran jóvenes de bien, que se dedicaron a su trabajo y la religión, por lo que espera que contra los responsables caiga todo el peso de la ley.
“Yo nunca vi a mi hijo bravo, siempre lo vi contento, le decía algo y lo que hacía era que se reía… ¡Ay mi niño, me lo mataron!”, narra entre lágrimas la señora Feliciana de Jesús, madre de Javier de Jesús.
“Él era muy ñoño con nosotros, con su familia, mi hermano era un alma de Dios, se levantaba temprano a trabajar, iba a su iglesia, era un muchacho bueno que no le hacía daño a nadie, mira que el barrio entero lo quería muchísimo”, expresa con evidente dolor su hermana Alexandra Camilo de Jesús, quien hoy exige que este caso no quede impune.
Los malogrados jóvenes religiosos residían en el sector el barrio El Brisal, del Distrito Municipal La Guáyiga, municipio Pedro Brand, provincia Santo Domingo, cerca de donde sucedió el crimen que hoy enluta a toda su comunidad.
De momento las autoridades han iniciado una investigación para dar con el paradero de los responsables y ser sometidos a la justicia.
Los cuerpos de las víctimas permanecen en el Instituto Nacional de Ciencias Forenses (INACIF) y serían entregados a sus familiares en las próximas horas para las honras fúnebres y su posterior entierro.